A diario la estatal Empresa Eléctrica cubana corta la electricidad a unas 3.200 viviendas en La Habana, por impago del servicio; esto apenas representa el 1 % de las deudas pendientes, y la gran mayoría va a las oficinas a hacer el pago correspondiente, indicó al periódico Tribuna de La Habana la ingeniera Leysi Hernández, directora comercial de la entidad.
El régimen había tenido algunas consideraciones con los morosos por la situación con el Covid-19, no obstante desde que La Habana entró en la fase de nueva normalidad, la Empresa Eléctrica ha retomado la liquidación de los atrasos, ahora que las oficinas comerciales han reabierto en los 15 municipios.
Según la funcionaria, «numerosos cuentapropistas han mantenido su nivel de actividad y no han pagado a pesar de seguir usando la electricidad como una materia prima para sus servicios, por ello no hay razón para no estar al día».
También dijo que quienes cometieron algún fraude o sustrajeron electricidad podrían recibir una sanción de uno a tres años, o tendrán que abonar las cuotas, de acuerdo a lo establecido en el artículo 325 del Código penal cubano.
«Dar facilidades no significó que haya quienes deban seis meses con cuentas de altísimos montos; la mayoría son propietarios de negocios que han seguido funcionando, o personas con elevado estándar de vida. A esos clientes con grandes sumas pendientes, que siguen disfrutando, incluso con derroches, y se niegan a pagar, se les retira el servicio», precisó.
514 multas habían sido aplicadas en La Habana para el 29 de octubre por el delito de fraude eléctrico.
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