Médico cubano exiliado en EEUU revela su terrible experiencia por abandonar una misión: «El daño psicológico para mi familia ha sido terrible»

Médico cubano exiliado en EEUU revela su terrible experiencia por abandonar una misión/Imágenes tomadas de Univisión y ABC

El médico cubano Manoreys Rojas Hernández, quien radica en Miami habló con ABC, sobre la cruda realidad que han tenido que experimentar él y su familia, por el abandonar una misión del régimen cubano en el extranjero.

El especialista en Traumatología y Ortopedia, es uno de los 622 cubanos que han incluido sus testimonios en la denuncia presentada ante la Corte Penal Internacional y la ONU, por Prisoners Defenders.


Rojas Hernández de 37 años confiesa el motivo por el que decidió abandonar una de estas misiones.

«En el año 2014 salí a mi primera misión, en Ecuador, donde estuve un año y medio», sobre esa experiencia el médico relata fue «obligado por la situación en Cuba, especialmente económica».

«Además hay mucho chantaje con este tema. Por ejemplo, con el caso de Venezuela… Nadie quiere ir de misión allí. Cuando comenzaron, la situación era muy buena, pero como las condiciones han empeorado y nadie quiere ir», detalló.

«Te dicen que si no vas allí, no te mandarán a ningún otro lado, o algún lugar recóndito donde nadie quiere ir, y lejos de la familia», reveló el galeno sobre las órdenes del régimen.

En Cuba Manoreys cuenta tuvo que vender pescado, y criar cerdos, además de ejercer como médico.


«Se oyen muchas cosas en Cuba, pero hay que vivirlo para darse cuenta de cuál es la realidad. Desde que llegas, el Gobierno cubano tiene un monto de dinero que ellos pagan por la vivienda. En mi caso, en Ecuador, la cantidad era de 200 dólares por una vivienda amueblada. Por ese dinero el lugar que te consiguen es muy malo o la casa está en muy malas condiciones», indicó.

Además de que era muy insegura la ciudad de Machala, provincia del Oro, Ecuador, lugar en el que le tocó la misión.

Desde el hotel que le asignaron los primeros días podían ver las ratas en las calles.

«En esta zona estaba lo peor de la ciudad. Era un lugar muy inseguro», explica.

Manoreys firmó un contrato por «2.640 dólares al mes, el sueldo de un licenciado, pero recibía solo 700 dólares».

Al médico tampoco le permitieron salir con su título de Cuba, en su caso escondió el pasaporte para que no se lo retiraran llegando a Ecuador.

Sobre el tema familiar, lo más doloroso es que lleva cinco años sin ver a sus hijos, que viven en la Isla, por la sanción que impone el Gobierno. Para Manoreys «el daño psicológico para su familia ha sido terrible».


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *