El año pasado, un informe publicado por Environment America reveló que varias playas de Florida se habían sometido a pruebas, lo que indicaba que sus niveles de contaminación fecal eran potencialmente inseguros. Sorprendentemente, el informe reveló que, al menos en una ocasión, los niveles de contaminación superaron el valor de acción de la playa establecido por la Agencia de Protección Ambiental, una herramienta utilizada para medir bacterias y prevenir posibles riesgos para la salud.
Más del 80% de las costas experimentaron contaminación, destacándose la Costa del Golfo como la región con mayor nivel de contaminación en su suelo.
Se observó un impacto significativo específicamente en South Beach, donde el 68 % de los días en los que se evaluó la calidad del agua para los turistas arrojó resultados que indicaban posibles problemas de seguridad para la salud.
Según el informe, se descubrió que casi la mitad de las playas examinadas en todo el país estaban etiquetadas como potencialmente peligrosas.
Después de analizar los datos acumulados, se descubrió que aproximadamente una de cada nueve áreas costeras mostraba una presencia preocupante de materia fecal en al menos una cuarta parte de los días durante el período de prueba.
Los aumentos en los niveles de bacterias pueden tener varios orígenes, como el desbordamiento de aguas residuales, aguas pluviales contaminadas y la infraestructura deteriorada que facilita la entrada de desechos sin tratar en nuestros sistemas de agua.
Un estudio reciente en Environmental Health revela números alarmantes: cada año se documentan en todo el país la asombrosa cantidad de 90 millones de casos de enfermedades causadas por la recreación acuática. Estos casos resultan en un costo anual de aproximadamente $3.7 mil millones. El estudio destaca la natación como la principal causa, responsable de casi el 60% de estas enfermedades. Sin embargo, es importante tener en cuenta que muchas enfermedades similares pasan desapercibidas y, por lo tanto, no se informan.
Los problemas relacionados con los sistemas gastrointestinal, sinusal y respiratorio surgen con frecuencia al participar en actividades dentro de lagos, océanos, ríos y estanques problemáticos.
Environment America cree que la mejora de la calidad del agua en las playas se puede lograr priorizando las inversiones en infraestructura natural, actualizando los sistemas de alcantarillado e implementando prohibiciones temporales en las operaciones ganaderas a gran escala.
