Toda una burocracia gubernamental en el trámite para que los estadounidenses puedan obtener su pasaporte. Miles de solicitantes se quejan de una agonía en cámara lenta ante los largos tiempos de espera y lo costoso que se ha vuelto tramitar por primera vez o renovar el importante documento en el último año.
Según un reportaje de Telemundo 51, la situación se torna preocupante para muchos, ya que «tan sombrío es el panorama que los funcionarios estadounidenses ni siquiera niegan el problema o predicen cuándo se aliviará», justificando los largos tiempos de espera con la persistente escasez de personal relacionada con la pandemia de Covid-19, algo que sinceramente ya nos parece cosa del pasado, y que debíamos estar superando.
Sin embargo, el argumento es que el Covid-19 fue el responsable de inundar de solicitudes la agencia de pasaportes, con un récord de 500,000 peticiones por semana, asegura el Departamento de Estado.
Ginger Collier, una florista del área de Dallas, Texas, cuenta que fue a inicios de marzo, cuando solicitó cuatro pasaportes previendo que ella y su familia viajarían a fines de junio, en aquel momento le dijeron los tiempos de espera podrían oscilar entre las ocho y once semanas, y la mujer pensó que era mucho tiempo.
No obstante, poco después el Departamento de Estado aumentó el lapso de espera a 13 semanas, y para esta viajera y para muchos han sido meses de frecuentes llamadas al Centro de Información de pasaportes, con la incertidumbre y el temor de que no fuera a tener el documento listo para su viaje en el verano.
«Mis nervios están disparados», explica la florista, que teme no pueda reunirse con su hijo en Italia, y dice llamar todos los días al Centro de Información, enfrentando también el colapso de las líneas, y largos tiempos de espera al teléfono de hasta hora y media.
«No puedo pagar cuatro boletos de avión más en ningún lugar de los EEUU para obtener un pasaporte cuando solicité con tiempo suficiente», se quejó la texana.
Mientras tanto, como Collier, miles de viajeros cruzan los dedos para no perderse sus vacaciones de verano, lo que implica también en muchos casos perder el dinero desembolsado en pasajes.
Al tiempo que el Departamento de Estado sigue aludiendo a que se trata de una demanda sin precedentes, y tienen un número limitado de funcionarios trabajando para tramitar los documentos de viaje.
El pasado año el Departamento de Estado emitió una cifra de 22 millones de pasaportes, pero ese récord podría romperse este 2023 con un número significativamente superior.
