Muere un transeúnte en Camagüey, luego de que pedazos de un balcón le cayeran encima

Muere un transeúnte en Camagüey, luego de que pedazos de un balcón le cayeran encima/Imágenes tomadas de redes

Muere un hombre en Camagüey, Cuba, luego de que pedazos de un balcón le cayeran encima cuando iba caminando por una de las calles de esa provincia, confirmó en redes sociales el periodista cubano José Luis Tan Estrada.

«Me acaban de confirmar que el señor que le cayó el pedazo de balcón encima, falleció este mismo sábado. Que en Paz Descanses», sentenció el ex reportero de la revista universitaria Alma Mater.


«¿Cuántas víctimas más se necesitan, Gobierno Provincial del Poder Popular en Camagüey, Oficina del Historiador de Camagüey, y todas las autoridades de la provincia para que se ocupen de estos posibles derrumbes?», cuestionó.

Según publicación posterior del periodista Mario J. Pentón, radicado en Miami, el lamentable suceso tuvo lugar en Rotario 422 entre Avenida de los Mártires y Santa Rosa este sábado, cuando un bloque del edificio en ruinas cayó sobre la cabeza de la víctima, que presentó convulsiones en ese mismo momento.

Episodios como estos se dan con bastante frecuencia en la Isla comunista, donde un derrumbe suele verse como algo natural, son millones las personas que en el país caribeño viven hacinados en lugares donde las condiciones constructivas son pésimas, ante el abandono gubernamental, y la falta de recursos para reparar las viejas edificaciones. Sin embargo, siempre aparecen los medios para la construcción de hoteles para turistas.

En enero de 2020 tres menores de edad fallecieron por un derrumbe en La Habana Vieja, la triste noticia aunque tuvo gran repercusión en las redes, no cambió la penosa situación de los cubanos, que viven atrapados entre sus quejas y la burocracia ineficaz de las autoridades para resolver el déficit habitacional creciente en la Mayor de las Antillas.

En octubre de 2022, una niña de apenas cinco años era la víctima fatal de otro derrumbe en la calle Sol entre Egido y Villegas, en la capital cubana, sin que los verdaderos culpables de estas desgracias paguen.


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