La disidencia cubana pidió a la Iglesia católica «tomar partido» ante la represión del régimen castrista

La disidencia cubana entregó una misiva al cardenal Juan de la Caridad García Rodríguez, Arzobispo de San Cristóbal de La Habana, ayer domingo al terminar la misa en la parroquia San José, en Colón, provincia de Matanzas, durante una visita del prelado a esa ciudad, dio a conocer a Radio Martí el opositor y ex prisionero político Félix Navarro.

Según el activista, con la carta la oposición pide a la Iglesia católica cubana «tomar partido» ante la represión del régimen castrista contra la sociedad civil en la Isla.

Navarro dijo a la emisora de Miami que la misiva informa al cardenal de todas las violaciones de derechos humanos que se han producido en Cuba en los últimos tiempos.

El texto cita el caso concreto del líder de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) José Daniel Ferrer, encarcelado desde el pasado 1 de octubre, junto a otros tres activistas, y los arrestos arbitrarios a las Damas de Blanco a lo largo y ancho del país.

La carta va en nombre de la sociedad civil cubana verdaderamente independiente, y así se le hizo saber al líder religioso en el momento de la entrega, explicó el opositor.

«Queremos que la iglesia tome partido», sostuvo Navarro, quien cree firmemente que al poner al corriente a las autoridades religiosas en la Isla, éstas o tendrán que actuar, o elegir ser «cómplices de la dictadura».

La familia de Ferrer informó a fines de noviembre, que Dionisio García Ibáñez, monseñor y arzobispo de Santiago de Cuba, visitó al líder opositor en la cárcel de Aguadores de la provincia, y José Daniel le hizo saber las vicisitudes y las torturas que ha sufrido en prisión.