Empleado demanda a la cadena de supermercados Publix por despedirlo luego de conocer su estado de VIH

Publix: «Donde comprar es un placer.» Una de las cadenas de supermercados más queridas del estado, tiene una reputación estelar acerca de sus productos y las políticas hacia los empleados.

Sin embargo, un empleado afirma que la cadena no siempre es un lugar agradable para trabajar. Una nueva demanda presentada en el tribunal civil de Miami-Dade dice que los supervisores de Publix violaron las leyes de privacidad médica al exponer el diagnóstico de VIH de uno de sus gerentes, quien dice que se convirtió en el tema de chismes en el lugar de trabajo.

«El asistente de gerente de farmacia deliberadamente reveló a los compañeros de trabajo del administrador su estatus de VIH, con el fin de avergonzarlo», alega la demanda.

La queja no revela el nombre del gerente, a quien se refiere como John Doe, ni identifica en qué Publix del estado de Miami-Dade trabajaba.

Según la demanda, todo comenzó en junio de 2013 cuando el gerente fue diagnosticado con el VIH. Debido a que Publix hace extremadamente difícil para los empleados con su seguro de salud obtener recetas en cualquier lugar que no sea una farmacia Publix, el gerente dice que se vio obligado a recoger sus medicamentos en otro establecimiento de la ciudad para evitar incómodos encuentros con compañeros de trabajo.

A pesar de esto, menos de un mes después, el gerente dice que fue contactado por el asistente del gerente de farmacia de su propia tienda, quien inexplicablemente revisó los registros de la prescripción del gerente y luego lo confrontó con su VIH.

Esa misma semana, el gerente dice que tanto el asistente de farmacia como el gerente general de la tienda se le acercaron para discutir su condición, insistiendo en revelar su perfil de paciente en una de las computadoras de la tienda.

A pesar de que el empleado esperaba mantener su historia médica personal privada, afirma que el círculo personas que sabían sobre su diagnóstico siguió se hizo más grande, hasta el punto en que un puñado de sus compañeros de trabajo comenzaron a platicar abiertamente sobre su estado en el trabajo. El gerente dice que la situación era tan angustiosa que incluso exacerbó sus dolencias físicas.

Después de rogar por una reasignación, finalmente fue transferido a otra tienda, pero la discriminación continuó. Luego de hacer quejas formales a la Comisión de Igualdad de Oportunidades de Empleo y sus supervisores de distrito, el empleado afirma que la tienda tomó represalias contra él degradándolo y finalmente lo despidió en abril de 2017.

Su abogado, Jason Remer, no respondió a las solicitudes de comentarios sobre el caso. No existen registros de citas en la corte.

(Con información de New Times)