La activista María Elena Mir, quien vive en Guanabo, una zona de playa al este de La Habana, reveló a Martí Noticias, que ha crecido la preocupación en esa localidad tras la reapertura, como parte de la primera fase de desescalada en la capital, porque ni el Gobierno ni las personas están cumpliendo con los protocolos sanitarios.
«Todo lo que dicen aquí es mentira, las guaguas van repletas, ni nasobuco, por lo menos en mi comunidad. Esto está al garete y la policía no se ve tampoco», denunció Mir, quien teme un rebrote.
Según la activista, se puede ver las calles con jóvenes con botellas de ron, sin la mascarilla puesta, escenas como las de cualquier otro verano sin Covid-19.
«La apertura la hicieron simple y llanamente por la situación económica que tiene el país», indicó la habanera.
Mir dice hay venta de bebidas alcohólicas, moloteras en los ómnibus, en donde viajan hasta 50 personas de pie, y se violan todas las normas de distancia social.
Para la opositora «el gobierno no puede asumir la medida de abrir playas sin tener las condiciones creadas y en Cuba, antes de la Covid-19 no estaban, y ahora muchísimo menos».
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