Corrupción en inspecciones, falta de piezas y desgastados autos, el telón de fondo de muchos accidentes en las vías de Cuba

Foto de Cubadebate

Oscar Casanella, quien se formó como Bioquímico en la Universidad de La Habana y trabaja según su perfil de Facebook, como profesor de Inmunología en dicha Casa de Altos Estudios, se desempeña actualmente también como botero en la Isla, donde no se le paga a los cubanos un sueldo digno. El académico en conversación con Radio Martí, denunció las profundas dificultades que enfrentan los taxistas privados en la capital cubana a la hora de conseguir piezas para los viejos autos y el mal estado de las vías, a propósito del trágico accidente que tuvo lugar el fin de semana en el Malecón habanero.

Casanella habló a la emisora de transmisiones a Cuba, acerca de la corrupción en los puntos de inspección de los almendrones.


«Si ellos (la Comisión de Seguridad Vial que investiga el accidente) dicen que el carro estaba mal técnicamente, es que también se reconoce la corrupción de los sistemas de inspección del Ministerio de Transporte», detalló el trabajador por cuenta propia, que mencionó la falta de piezas de repuesto, los excesivos precios para comprar un auto nuevo, y el soborno, como elementos que propician los accidentes de tránsito en el país.

Según el también profesor, en el llamado Somatón (sistema de inspección de autos) impera la corrupción.

«Ponen nuevas capas de control, nuevos funcionarios a inspeccionar, ponen cámaras y lo que sucede simplemente es que se incrementa el precio del soborno que uno tiene que pagar a este aparato corrupto», reveló.

El taxista explicó que el Gobierno cubano también tiene responsabilidad en no suministrar piezas de repuesto, y precios más competitivos para adquirir un mejor vehículo.

Casanella subraya que el parque automotor cubano es obsoleto, y existe la necesidad de poner en práctica mecanismos para que los antillanos puedan adquirir piezas de reparación, o autos más modernos.


El bioquímico sostiene que el precio que impone el Estado a los autos modernos en el país, «son una burla al cubano, y en el mercado negro siguen siendo extremadamente altos».

Para el profesor el régimen de La Habana no necesita la justificación del lamentable accidente en el Malecón para regular aún más a los taxistas privados.

«El aparato estatal no necesita pretextos para aumentar las regulaciones y la asfixia económica contra los transportistas. Ya lo han hecho clasificando los transportistas, subiendo los impuestos, limitando el espacio donde operan…», lamentó.

El suceso del sábado en la noche, ha dejado a cinco personas muertas hasta el momento, y once lesionados recibían atención médica en el hospital ayer martes.


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