La empresa mexicana de servicios funerarios J. García López busca expandir sus oportunidades de negocio con la apertura de establecimientos en Miami y La Habana, tras la reanudación de relaciones diplomáticas.
«Estamos en trámites de permisos, pero esperamos abrir sucursales de servicios funerarios en Estados Unidos y Cuba en un plan a tres años», señaló Oscar Padilla, director general de Funerarias J. García López, asentada en la Ciudad de México.
Según el Censo de Población en Estados Unidos del 2010, hay más de 1.2 millones de cubanos radicados en Florida. «Habrá decesos de muchos de los cubanos que han radicado por años en Estados Unidos, para hacer las repatriaciones a su país de origen. Nosotros los llevaremos a Cuba», dijo.
Ese servicio también aplica para los mexicanos que viven en Estados Unidos, de ahí que la empresa también contempla la apertura de casas funerarias en California, en Texas, e Illinois, a partir del 2016.
«Hay 35 millones de mexicanos que viven en la Unión Americana y trabajamos ofreciéndoles el servicio de asistencia funeraria, que por el pago de 14 dólares al mes, durante un año, aseguran el servicio funerario, ya sea para repatriar o para los familiares directos que viven en el país».
Según medios informativos radicados en Estados Unidos hay pocas compañías funerarias en Miami que evalúan la posibilidad de aumentar los servicios de repatriación de restos mortales a Cuba.
A menos de dos meses de anunciado el cambio de política entre los dos gobiernos, en febrero de 2015, varios establecimientos funerarios anunciaron que se había incrementado el número de cubanos interesados en el traslado de los cuerpos humanos a la Isla.
Las empresas que ofrecen el servicio en Miami necesitan un permiso del Departamento del Tesoro, legalizar papeles en la embajada cubana y usar, para el traslado, vuelos chárter. Todo por un costo de 5.000 dólares.
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