Heridos y derrumbes a causa de un tornado en un poblado de Holguín

El pasado sábado en horas de la tarde un tornado “arrasó con todo lo que encontró a su paso” en el poblado de Ramón Siete, a unos pocos kilómetros del municipio de Cueto, en la provincia de Holguín.


Según testimoniaron vecinos a la emisora oficial local Radio Angulo, un total de seis personas tuvieron que ser atendidas en el policlínico de la zona, uno con heridas leves, y otra persona con trauma debajo de la rodilla, trauma craneal moderado, también por reacción situacional e hipertensos.

La tormenta dejó un saldo de tres viviendas destruidas totalmente, mientras otras recibieron afectación total, y parcial de techo, dejando una cifra total de 25 casas afectadas, incluida algunas de la zona de la carretera de Mayarí y de la Curva, por donde también se desplazó el fenómeno atmosférico.

Cuentan los residentes de la localidad que arrancó de raíz árboles de mango, aguacate, y coco, además de derribar el tendido eléctrico.

Un centro de evacuación improvisado se habilitó en la escuela Rubén Vázquez, allí permanecieron una enfermera y un médico.

Trabajadores de la construcción laboraron en dos viviendas del poblado, pese a la lluvia y la caída de la noche.


Las personas afectadas por derrumbes se trasladaron el martes a estas primeras casas, con el fin de apoyar también en las labores del resto de las viviendas.

El mismo día se restableció el fluido eléctrico, y se distribuyó agua y comida elaborada.

Los damnificados recibirán subsidios para levantar más fácilmente sus casas, según la edición digital estatal, por otra parte las casas que se desplomaron por completo serán incorporadas al plan de viviendas estatales.

“Yo estaba dentro de la casa, entonces el hijo mío fue a arreglar la tubería del agua que estaba rota, él y dos compañeros más, y me dice: papi; digo: qué, mijo; me dice: corre, ven a ver, mira qué rabo de nube hay; pero eso era increíble; digo: ven para acá adentro, mijo; dice: no, voy a ver a los animales que los tengo por allá; y se fue a ver los animales”, contó un señor de 75 años, que dice en su vida había visto algo así.

“En la casa yo tengo una biblia grande, me la puse en la cabeza y empecé a orar, a pedirle al señor, ayúdame mijo, que el único que tiene poder aquí que nos puede ayudar es usted”, agregó.

(Con información de Diario de Cuba)


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