Carlos Arrado González, de 43 años de edad, ha sido condenado a regresar a prisión un año más y pasar otro año adicional en libertad supervisada.
Todo empezó el cinco de abril del 2009, cuando un avión del Servicio de Guardacostas de Estados Unidos localizó una lancha rápida que había zarpado de Matanzas rumbo al sur de la Florida y se encontraba a unas 34 millas al sur de Cayo Hueso.
Según la denuncia penal de un agente especial de Investigaciones de Seguridad Nacional:
“Abordo de la lancha rápida, el personal del Guardacostas encontró a 28 inmigrantes cubanos que no tenían permiso para entrar a Estados Unidos”
En este momento, Carlos Arrado y otro acusado fueron arrestados y encausados por un jurado de instrucción en Miami.
Aunque se declaró inocente el 27 de abril del 2009, cambió de idea y se declaró culpable tres meses después. Se encontraba en libertad condicional cuando el 17 de junio del año pasado, las autoridades se dieron cuenta de que había violado su libertad supervisada y le convocaron a la corte por medio de una citación judicial.
El expediente demuestra que el detenido no respondió a la citación y el juez expidió una orden de arresto.
Había terminado de cumplir una condena de 57 meses de prisión, pero le quedaban aún por completar tres años de libertad supervisada cuando dejó de cumplir las condiciones.
