El distrito escolar del Condado Miami-Dade enfrenta un posible influjo de estudiantes que vienen de Cuba y desea que el gobierno federal suministre dinero adicional para ayudar a educarlos.
Miembros de la Junta Escolar decidieron unánimemente el miércoles pedir más fondos para las escuelas, donde casi 4,000 estudiantes cubanos se han matriculado sólo en los seis últimos meses. No se agregó una cifra, pero el superintendente escolar Alberto Carvalho dijo que el costo para educar a los estudiantes que vienen podría ser de “más de $40 millones”.
Ellos desean evitar que se repita lo del verano pasado, cuando un aumento repentino de los inmigrantes cubanos que llegan a Miami afectó los presupuestos y dejó a algunos durmiendo en las calles.
Representantes del Church World Service (CWS) y los Servicios de Migración a Refugiados de la Conferencia de Obispos Católicos de EEUU, que supervisan los servicios en Miami, dijeron que sus organizaciones planean activamente, junto con agencias federales de financiamiento.
“Estamos en la primera línea”, dijo la miembro de la junta escolar Raquel Regalado. “Tan pronto se presentan en la escuela, nos hacemos cargo de ellos”.
Estos estudiantes llegan necesitando servicios adicionales, como instrucción de idioma y a veces ayuda psicológica. El distrito escolar estima que cuesta $2,700 más de lo que da el estado para educar a los niños de emigrantes. Para agregar a la carga financiera, el distrito no recibirá fondos para estudiantes que lleguen después de febrero, cuando el estado acepta las listas finales de asistencia.
“Sabemos que los niños que nacen fuera del país y han llegado recientemente presentan desafíos adicionales”, dijo Carvalho. “Son en su mayoría pobres. No hablan el idioma. Necesitan ir a programas intensivos que son costosos”.
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