Según la agencia informativa The Associated Press, los ataques contra el cuerpo diplomático estadounidense en La Habana afectaron desde un primer momento a agentes de inteligencia del país del Norte, y de hecho parece ser resultaron ser los más afectados.
Se estima que media docena de trabajadores de inteligencia enviados a La Habana fueron las primeras víctimas de los ataques acústicos.
Los ataques empezaron días después de la sorpresiva elección del republicano Donald Trump en las elecciones presidenciales de noviembre en 2016, pero obviamente aún bajo la presidencia de Barack Obama.
Aunque el calendario exacto de los acontecimientos continúa sin estar claro.
Estados Unidos afirma que las investigaciones siguen su curso.
Pero tras bambalinas, los investigadores se han dado a la tarea de buscar explicaciones en el mundo del espionaje y el contraespionaje, dado que muchos de los primeros casos registrados involucran a efectivos de inteligencia. Esa revelación confirmada por AP añade otro elemento de misterio a una problemática que lleva un año investigándose y aún no termina.
Tras una tensa trama política desde que Fidel Castro tomó el poder, cuando parecía que las tensiones iban a mejorar, sale precisamente esta amenaza de los ataques acústicos en los que no se sabe a quién culpar, y el régimen castrista dice que ellos no son los responsables.
Y aunque hasta ahora las investigaciones del FBI no han arrojado resultado alguno. La semana pasada, el Departamento de Estado advirtió a los estadounidenses que se mantuvieran distantes de Cuba y ordenó la salida indefinida de más del 60% del personal de la embajada. Anteriormente, Washington había dado a todo el personal de la embajada la opción de volver a casa, pero incluso la mayoría de los afectados por los misteriosos ataques habían elegido quedarse, dijeron fuentes familiarizadas con la situación.
Para aquellos pocos que se quedan, para atender a ciudadanos norteamericanos en la Isla en caso de emergencia, Estados Unidos da instrucciones sobre qué ver y escuchar para identificar un ataque en curso. También se les enseña como aminorar los riesgos, según dijeron los mismos funcionarios.
Anteriormente Estados Unidos había evitado usar la palabra “ataques” y los llamaba “incidentes”, hasta el pasado viernes, ahora el Departamento de Estado los considera “ataques específicos” perpetrados contra los diplomáticos estadounidenses en la Isla, sin revelar qué nueva información, de haberla, dio lugar a que usaran la palabra “ataque” con tal vehemencia.
(Con información de Martí Noticias)
