La periodista independiente Mónica Baró Sánchez denunció hace poco más de una hora, las amenazas que recibió por hacer una foto desde la ventana de su vivienda, en la que captaba a las personas aglomeradas en la calle, a la espera de su turno para entrar a un mercado habanero.
«Un hombre que está en la multitud comienza a amenazarme públicamente. Delante de decenas de personas. Yo no le hice una foto a él directamente, porque además hubiera sido imposible, desde un primer piso, con un celular. Me dijo que si veía su foto publicada vendría a buscarme, que sabía donde vivía», escribió la colaboradora de El Estornudo.
La reportera le contestó desde su ventana, le dijo que no podía amenazarla, porque las fotos que sacó eran de un espacio público, no de él. Baró Sánchez también se defendió advirtiendo que llamaría a la policía si seguía amenazándola.
Sin embargo, aparecieron los agentes de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) para organizar el tumulto, y el hombre la denunció con la policía, y acusó a la Baró Sánchez de «cometer delito» al capturar las instantáneas.
«Y qué hace el policía? Amenazarme con llevarme. “Te voy a sacar, te voy a sacar”. Yo solo estaba en mi casa e hice fotos de un espacio público. Si mi calle amaneció así es porque la policía no estaba haciendo correctamente su trabajo. La responsabilidad, repito, no es mía», reveló.
«…Tienen que parar de criminalizar a las personas por contar lo que ya existe. Tienen que parar. Yo no soy una enemiga, no soy una delincuente. Cómo un policía, que se supone que debe velar por la seguridad de todos, y por la mía, va a respaldar a un hombre que me amenaza públicamente y a esgrimir una nueva amenaza en mi contra», explicó la joven periodista.
Según la comunicadora, que admitió estar asustada, lo peor de la lamentable experiencia, fue que nadie la defendió, y cuando el oficial la amenazó con sacarla de su propia casa, hubo personas que le gritaron y la mandaron a «limpiar».
«Si duro es que te amenace alguien, más duro es que te amenace quien se supone que debe protegerte. Así no se enfrenta una pandemia. Esto no tiene nada que ver con una pandemia. Nada. Y luego tengo que pensar en que por este tipo de publicaciones me pueden colocar otra multa de 3000 pesos bajo el Decreto Ley 370», concluyó.
«…Cuánto me duele no ese hecho sino esa cultura que cuentas y que a veces me parece que ya no podremos cambiar nunca jamás. Yo quizás no, porque ya me busqué mi país, mi mundo imaginario, pero tú y mucha gente, mi mamá incluida (que hoy está de cumpleaños y me censuraría este comentario), se merecen un mejor país. Pero ese país se construye entre todos o no se construye. Cómo te admiro por seguir intentando construir, pese a tanta y tan grande fuerza destructiva», escribió una usuaria identificada como Rosa Muñoz.
«¡Qué rabia! Una dictadura que teme, que se espanta de una mujer con talento para contar lo que sucede, con un arma que ellos no pueden destruir: la verdad. Por favor no dejes de mantenernos informados si hacen algo contra ti», comentó el periodista Daniel Benítez.
«Ayer vi el vídeo de dos cubanos mostrando enardecidos como “los boinas negras” se llevaban a alguien preso. Lo disfrutaban, alentaban a que la policía diera palos en una cola en Centro Habana. Hoy leo lo que relatas; es el daño castrista, que ha calado fuerte en la esencia de muchos cubanos, para convertirlos, exitosamente, en enemigos entre ellos mismos», expuso la periodista y presentadora cubana Maité Luna.
Mónica Baró Sánchez egresada de la Facultad de Periodismo de la Universidad de La Habana, ha sido blanco de persecución de la Seguridad del Estado en las últimas semanas, la reportera que se alzó con el Premio Gabo en 2019 gracias a su labor periodística, ha sido citada por la policía política para un interrogatorio en medio de la pandemia de coronavirus, en esa ocasión le fue impuesta una multa de 3.000 pesos, amparada en el Decreto Ley 370, que viola constantemente la libertad de expresión de los cubanos; ella también fue cuestionada por colaborar con un medio no acreditado en la Isla, El Estornudo, una publicación con base en México, en el que trabajan escritores y periodistas formados en la Isla, forzados a emigrar.
