Sheyla Pérez Tumbarell, una madre cubana, cuyo hijo sufrió un accidente en un hotel de Varadero, perteneciente a la empresa de los militares Gaviota, denunció en redes sociales que el complejo no cuenta con médicos o enfermeras para darle atención a los huéspedes, en casos como este.
Pérez Tumbarell y su familia se hospedaron en el Fiesta Americana Punta Varadero, un hotel tres estrellas, con habitaciones que cuestan poco más de 150 CUC la noche, un precio excesivamente alto para los cubanos de a pie, que cobran unos 42 CUC como salario promedio mensual.
«Yo Sheyla Pérez Tumbarell, reserve el hotel Fiesta Americana perteneciente a la cadena Gaviota en la fecha del 24 al 26 de septiembre del presente año puesto que el día 25 era el cumple del menor de mis hijos y nos hacía mucha ilusión celebrarlo en el mismo, pero todo se volvió una amarga experiencia cuando en la tarde del 24 estábamos en la piscina y el niño se lanzó por el tobogán», explicó la madre en su cuenta de Facebook.
Según la mujer, el problema se dio porque tras el niño se lanzó un adulto, y su hijo sufrió una fractura de clavícula en su hombro izquierdo.
Sheyla y su papá tuvieron que buscar asistencia médica en la ciudad de Matanzas, pues «en el hotel no contaban con ningún tipo de asistencia de salud, incluso ningún tipo de personal médico o de enfermería calificado para esta o cualquier situación similar».
«…Me pregunto ante algo así ¿qué protocolos tiene el hotel para responder? ¿Quién garantiza la atención médica de los huéspedes?, cuestionó.
Luego de atender al pequeño en Matanzas, regresaron al hotel a las 11:00 pm, y ya solo quedaba abierta una cafetería en el complejo, donde la única oferta era hamburguesas.
«Subimos a la habitación y el niño vomitó lo que acababa de comer, incluso lo que había almorzado», reveló.
Pérez Tumbarell criticó la falta de atención en el Fiesta Americana de Varadero, administrado por los militares, que además de no brindarle atención médica, tampoco puso a disposición de ellos transporte alguno para trasladar al niño a un hospital.
«Me parece una falta de respeto, cordialidad y entera desatención por parte del hotel a sus clientes, sumado al hecho de que no haya nadie en la piscina a cargo de este aparato que resulta ser tan peligroso y según los trabajadores del hotel ya causó la muerte a un extranjero, creo deberían revisar sus protocolos y la atención que le brindan a sus clientes. Muy decepcionada del hotel de veras esperaba más», concluyó.
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