Miguel Díaz-Canel enfrenta un dilema para sacar a Cuba de su pantano económico, explica John Caulfield

John Caulfield es un ex jefe de misión de la Sección de Intereses Especiales de EEUU En Cuba y cofundador de la Fundación Innovadores. El estadounidense ha escrito en The Hill (periódico y sitio web de periodismo político), que Miguel Díaz-Canel enfrentará serios desafíos desde el momento en que esté al frente de Cuba, ya que el modelo económico de estilo soviético en la Isla no está funcionando.


Raúl Castro que en 2011 comenzó a implementar reformas económicas que permitieron a muchos cubanos convertirse en cuentapropistas, comprar y vender casas, y esos cambios han permitido a algunos cubanos lograr una prosperidad relativa, mientras la gran mayoría está atascada en empleos muy mal remunerados.

Aunque el sector privado tiene poco interés en la política, se convirtió en partidario de reformas estructurales económicas adicionales que facilitarían su actividad comercial. Su éxito provocó una reacción dentro del Partido Comunista que vio el surgimiento de estos trabajadores no estatales como una amenaza para el sistema. Al reconocer estas preocupaciones, Raúl dijo a la Asamblea Nacional el verano pasado que se responsabilizaba personalmente de los “errores” y congeló la concesión de la mayoría de las nuevas licencias comerciales y de autoempleo.

Díaz-Canel de ser el sucesor de Raúl Castro enfrenta un dilema para sacar a Cuba de su pantano económico, debe introducir reformas urgentes para eliminar las distorsiones económicas, como el uso de dos monedas nacionales y las industrias estatales ineficientes. También debe atraer la inversión extranjera privada para generar nuevas exportaciones y reconstruir la infraestructura en decadencia del país, además permitir que el incipiente sector privado de Cuba crezca.

The Hill explica que el 19 de abril próximo, la Asamblea Nacional de Cuba se reunirá para elegir al nuevo presidente de Cuba, da por hecho que el vicepresidente cubano sea quien asuma el cargo de presidente, el medio analiza que hace cinco años Castro seleccionó a Díaz-Canel para que fuera su sustituto y lo ha preparado para ello.

Mientras Raúl se retirará de su cargo de jefe de estado, continuará como primer secretario del Partido Comunista de Cuba, donde es probable que ejerza un presidente del cargo de junta directiva en lugar de presidente ejecutivo. A sus 57 años, Díaz-Canel se convertirá en el primer presidente civil de la Isla en más de cinco décadas, The Hill recuerda que ocupó cargos cada vez más importantes en el Partido Comunista y tiene fama de ser un administrador discreto y eficiente, como también hace énfasis en que el primer vicepresidente cubano nació después de la Revolución Cubana de 1959.


Muchos en el Partido Comunista temen que si Díaz-Canel implementa una agenda de reforma económica integral podría convertirse en un cubano Mikhail Gorbachev cuyas acciones destruirían el partido y la revolución. Hasta el momento, el partido ha rechazado los modelos chinos o vietnamitas que permitieron el desarrollo de una economía de mercado al tiempo que mantuvieron un estricto control político. El partido ha rechazado cualquier sistema que permita la creación de riqueza privada, que es la fuerza motriz de una economía de mercado.

En sus pocas declaraciones públicas, Díaz-Canel ha tratado de asegurar al partido su ortodoxia y su disposición a defender a Cuba de la influencia de los Estados Unidos, no tendrá mucho tiempo para mejorar la situación actual. Él no es un militar y no tiene aliados de por vida en las fuerzas de seguridad que son partidarios incondicionales, ni tiene el nombre de Castro que automáticamente inculca el respeto en algunos cubanos y el miedo en muchos.

Hasta hace poco, era casi desconocido para el pueblo cubano y no se había establecido como un líder. No se sabe cuánto tiempo más vivirá Castro o se mantendrá saludable. Díaz-Canel no puede cambiar la economía cubana y satisfacer a los conservadores del partido. Él tendrá que elegir uno o el otro. No tendrá mucho tiempo.


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