Una cubana residente en Hialeah ha desatado una ola de reacciones en redes sociales tras denunciar una grave irregularidad en el restaurante Palacio de los Jugos, uno de los locales más conocidos por la comunidad latina en el sur de la Florida.
Según su testimonio, no solo recibió un plato en mal estado, sino que también fue víctima de un cargo adicional no autorizado en su tarjeta de crédito, lo que encendió las alarmas sobre las prácticas del establecimiento.
La afectada, identificada en TikTok como ritacanariona, relató en un video que visitó la sucursal del Palacio de los Jugos en Hialeah, donde adquirió varios productos: un arroz frito, una sopa de pollo y seis croquetas de bacalao, por un total de 57,17 dólares.
“Me vendieron comida podrida”: la denuncia que se hizo viral
Sin embargo, al llegar a su casa se percató de que el arroz despedía un fuerte olor a descomposición. La mujer en su denuncia, mostrando imágenes del alimento en mal estado. “El día 25 de septiembre me vendieron un arroz frito, me llevo el arroz frito para la casa, cuando llego me doy cuenta de que está podrido, al día siguiente, cuando salgo del trabajo, día 26, voy berreada y reclamo”, dijo la mujer indignada.
Ante la situación, decidió regresar al restaurante al día siguiente para pedir una explicación y exigir una compensación.
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Reacción del gerente: un intento por silenciar la queja
De acuerdo con el testimonio de la clienta, la respuesta del personal fue decepcionante. El gerente del local le pidió que no publicara lo ocurrido en redes sociales para evitar dañar la imagen del negocio. Como compensación, le ofreció cambiar el arroz frito por un plato más simple de arroz amarillo con puerco y le obsequió una pequeña bandeja de maduros (plátanos fritos).
La denunciante señaló que el gerente trató de justificar un cargo extra de 17 dólares alegando que su tarjeta “podría haber sido hackeada”. “Nada, perfecto, yo ese día no compré absolutamente nada, yo fui centrada en reclamar el arroz frito podrido que me habían vendido. Pasan dos o tres días, veo en la tarjeta de crédito que me había cobrado otra tasación de 17 dólares el mismo día que yo fui a reclamar”, afirmó.
Sospechas sobre prácticas en el manejo de pagos
El incidente ha levantado preocupación entre los consumidores locales, ya que no es el primer caso de presuntos errores o irregularidades en los cobros de algunos negocios del área. La mujer advirtió en su publicación: “Palacio de los Jugos de Hialeah, tengan cuidado cuando pasen su tarjeta.”
El video superó rápidamente las 100.000 visualizaciones y generó decenas de comentarios de otros usuarios que afirmaron haber tenido experiencias similares con cargos duplicados o productos en mal estado en distintas sedes de la cadena.
Varios internautas pidieron que las autoridades de consumo de Florida realicen una investigación sobre los procedimientos de cobro y calidad alimentaria en el restaurante.
Antecedentes de problemas sanitarios
El caso se suma a antecedentes que han afectado la reputación del Palacio de los Jugos. En 2023, una de sus sucursales fue cerrada temporalmente por el Departamento de Regulación Comercial y Profesional de Florida (DBPR), luego de detectarse cucarachas vivas, utensilios sucios y violaciones graves a las normas de manipulación de alimentos.
Tras la limpieza y reinspección, el local fue reabierto, pero el episodio quedó registrado en los informes estatales de salubridad. Estos antecedentes refuerzan la percepción de que los controles de calidad y sanidad no siempre son consistentes entre las diferentes sedes de la franquicia.
Un ícono de la comida cubana bajo escrutinio
El Palacio de los Jugos, fundado en Miami en la década de 1970, se ha consolidado como una referencia gastronómica entre los cubanos y latinoamericanos del sur de Florida. Su menú tradicional —que incluye arroz con frijoles, puerco asado, jugos naturales y postres caseros— ha atraído tanto a residentes como a turistas.
No obstante, en los últimos años la cadena ha sido objeto de críticas por precios elevados, falta de higiene y atención deficiente en algunas sucursales. Este nuevo caso, amplificado por redes sociales, reaviva el debate sobre la calidad y transparencia en uno de los negocios más emblemáticos de la comunidad cubana en Miami-Dade.
Reacciones del público y posibles consecuencias
La denuncia de ritacanariona no ha pasado desapercibida. Cientos de usuarios en TikTok y Facebook han compartido el video, etiquetando incluso a medios locales y al propio restaurante para que ofrezcan una respuesta pública. Hasta el momento, la empresa no ha emitido ningún comunicado oficial sobre el incidente.
Expertos en consumo advierten que este tipo de situaciones puede tener consecuencias serias para la marca si se demuestra que hubo negligencia o prácticas comerciales indebidas. Además, recuerdan que los clientes pueden presentar quejas formales ante el Departamento de Agricultura y Servicios al Consumidor de Florida (FDACS) o ante las autoridades locales de salud pública.
Un llamado a la transparencia
El caso se suma a una creciente tendencia en la que los consumidores usan las redes sociales como herramienta de denuncia y presión pública. En este contexto, la historia de la cubana de Hialeah expone no solo un incidente aislado, sino también un problema recurrente de confianza en ciertos negocios locales. Mientras tanto, la afectada asegura que no volverá a comprar en esa sucursal y pide a los demás “revisar sus recibos y evitar ser víctimas de lo mismo”.