El actor cubano Luis Alberto García compartió una emotiva historia sobre la honestidad en estos tiempos, más allá de todas las carencias, la mejor parte es que se trata de un hecho real, que experimentó hace pocos días, cuando su hija Vida extravió su celular en el Conservatorio de Música Alejandro García Caturla, en La Habana, donde estudia piano.
El texto fue compartido por su colega y amigo, el actor Jorge Ferdecaz en redes sociales, desató decenas de comentarios e hizo llorar a varios.
El protagonista de esta historia no es Luis Alberto, sino un joven llamado Brayan, que vive en el Reparto Militar del municipio Boyeros, cuya esposa encontró el celular de Vida.
Cuando Luis Alberto y su pareja llamaron al número para intentar dar con el teléfono de la niña, contestó Brayan, quien dijo su esposa lo había hallado y querían devolverlo.
Para sorpresa del actor, el muchacho no solo quiso devolver el móvil, sino que se ofreció a llevárselo a su propia casa.
«Llamo al teléfono de mi niña y él responde. No sabe quién soy. “Tengo el móvil, mi esposa se lo encontró y lo que quiero es devolverlo. Le digo entonces que habla conmigo, que él móvil es de mi niña y me dice donde vive. Es muy lejos. Muy. Más allá de los aeropuertos. En el culo de Boyeros, le digo», contó García.
«Le pregunto si por algún razón su esposa, él o alguien cercano vienen a una zona habanera menos lejana porque una vez más mi ¿auto? ( Compay Segundo) está en terapia intensiva», agregó con su característico sentido del humor.
Responde: «Voy a llevárselo. No quiero que su niña esté sin poder llamarle. Mándeme su dirección», indicó el joven.
«¿Es un marciano? ¿Quién es este hombre? Por la voz y el vocabulario no consigo ponerle edad ni raza ni extracción social ni nada», reveló Luis Alberto.
«¿Usted es el artista, verdad? Se lo llevo con una condición… que me regale un autógrafo», indicó Brayan.
El artista que no podía salir del asombro, confiesa que le escribió el autógrafo, lo dobló y le puso una suma de dinero dentro, a juicio de García, un monto «que en la Cuba actual es casi nada».
«El no habló nunca de dinero ni nada parecido, la idea fue mía que no sabía cómo agradecerle», aclaró el actor.
«Dos horas después me avisa con un timbrazo y bajo a conocerle y a recibir el móvil. ¡¿Se disculpa porque las guaguas están terribles?! Definitivamente él no es de ahora ni de aquí. Es muy joven. Muy humilde. Se ve, se siente. Nos hacemos fotos. Le digo que lo que acaba de hacer es algo casi inaudito es estos tiempos de miseria y de miserables», relata.
«Le doy su autógrafo y le veo irse. Como a cincuenta metros veo que abre el papelito y cuando ve el dinero me abre los brazos como diciéndome «NOOOO… yo no hice esto por un premio ni nada»… le mando un mensaje rápido explicando que fue mi manera estúpida de agradecerle, que no lo tome a mal», confesó Luis Alberto.
Sin embargo, el joven le envió otro mensaje al padre de la niña, revelando la razón por la que devolvió el teléfono:
«Espero que su princesa se ponga muy feliz de nuevo. No lo hice por dinero ni por nada. Lo hice por mi mamá, que me crió sola y me enseñó desde niño que lo que no es de uno hay que devolverlo. Y si hoy en día nadie lo hace y aunque piensen que soy un bobo o un loco por pensar así, no me importa. Soy así pobre, pero honesto», expresó.
«Acabas de hacerle el homenaje más lindo del mundo a tu mamá. Y a los seres humanos todos. Mi abrazo, Brayan», contestó el actor.
«Mamá de Brayan y Brayan: Toda la LUZ en este apagón», concluyó.