La locutora del medio estatal Radio Rebelde Marisela Alfonso Madrigal, sin pelos en la lengua no dudo en criticar la multa que le pusieron los inspectores por considerarla injusta:
«Resulta que ahora quieren ponerme una multa de 2 mil pesos, ¡2 mil pesos cubanos!, escuchen esto, porque yo no tengo cloro en la entrada de mi garaje y porque no tengo tampoco un paso podálico para que las personas entren»
Aclara la locutora Alfonso en un video que publicó en otra ocasión en su cuenta de Facebook:
“Me niego rotundamente a pagar porque el cloro es un producto que no está a la venta ni en las tiendas de MLC, y respecto a los pasos podálicos he visitado varios centros estatales y hasta en las tiendas de MLC hay ausencia de ellos, considero que esto es una injusticia” y concluye diciendo que es:
«Un abuso para con nosotros los cubanos que estamos haciendo esta venta de garaje para luchar la moneda y llevar la comida a nuestra mesa, me niego a pagarla y que salga el Sol por donde salga»
Ahí ven la multa , la cuál no firmé y me niego rotundamente a pagar porque el cloro es un producto que no está a la…
Posted by Marisela Alfonso Madrigal on Friday, January 21, 2022
Con respecto a la crítica situación que vive el cubano de a pie comenta:
«El cubano está tratando de vivir, de sobrevivir, de mal vivir porque no tenemos nada, absolutamente nada. Todo está en MLC y no tenemos ni MLC porque no ganamos en esa moneda»
Sobre su venta en el garaje dijo:
«Luchando la moneda en el bazar, ganando unos miserables pesos cubanos” que solo alcanza “para mal comer»
«Ya yo no sé hasta dónde vamos a llegar. No voy a pagar la multa, no voy a pagar 2 mil pesos y voy a seguir haciendo Facebook Lives, voy a seguir protestando porque me da lo mismo ya», «¿Qué hago?», dijo ya derrumbada por la impotencia y el desespero.
Solo un mes en La Habana fueron puestas 26 mil multas que tenían que ver con el cumplimiento de medidas sanitarias para el control del COVID-19.
Sin embargo en redes sociales los cubanos denuncian los abusos de inspectores y policías que aplican multas injustas en ese aspecto, mientras que dirigentes cubanos se exhiben sin máscaras, ni cumplen con las distancias establecidas dentro del protocolo sanitario cuando organizan actividades políticas y otras.