Artículo pagado en la revista National Geographic pone a Cuba como uno de los mejores destinos culturales de América

Recientemente, la reconocida revista National Geographic publicó un articulo pagado en el que se pone a Cuba como uno de los cinco destinos culturales más relevantes de América a partir de los criterios y experiencias de cinco expertos en viajes turísticos.

Junto a la isla fueron seleccionados Perú, Colombia, México y Missisipi, en el sur de Estados Unidos.

El artículo en cuestión destaca el sincretismo cultural que predomina en Cuba, marcado por las notables influencias africanas, caribeñas y españolas, así como la peculiaridad de su historia y su rica vida nocturna.

Además, recomienda a los turistas visitar la capital de la isla para que puedan caminar por calles que reflejan las huellas de la etapa colonial, realizar un paseo a bordo de los icónicos autos estadounidenses o disfrutar de un delicioso daiquirí en algunos de los bares enclavados en la misma.

Igualmente, se refiere a otros lugares fuera de la capital que también son muy atractivos como el valle de Viñales, la península de Zapata y la ciudad de Cienfuegos.

Al respecto se lee en la publicación: «Pero la capital de Cuba es solo el comienzo de la historia: diríjase hacia el oeste hasta el exuberante valle de Viñales, donde los karsts de piedra caliza se elevan de la tierra como gigantes dormidos, antes de explorar los espeluznantes pantanos de la Península de Zapata y la ciudad de Cienfuegos, que está llena de encanto galo y una insaciable energía caribeña.

Tony Leyva, guía turístico a cargo de la gira de ocho días Taste of Cuba, describe su admiración por la mayor de las Antillas, alegando: «Me encantan los verdes de Viñales, la arquitectura de Cienfuegos y la música y los colores vibrantes de La Habana. Aprender salsa es una de esas cosas que nunca se olvidan».

Sin embargo, como era de esperarse, el reporte de la revista no aborda las dificultades que enfrentan a diario los cubanos para trasladarse debido a la imperante crisis del sector del transporte, que se traduce en la deficiente disponibilidad de ómnibus para el servicio público y en la escasez de combustible.

Otro aspecto que omite es que la mayoría de los ciudadanos no pueden acceder a los establecimientos recreativos o de ocio debido al elevado gasto de dinero que ello implica.

Tampoco hace alusión a la pobreza en la que se encuentra sumida casi la totalidad de la población ni a la crítica situación habitacional que se evidencia, por ejemplo, con la ocurrencia cada vez más frecuente de derrumbes en inmuebles ubicados en la capital a causa del deterioro de su estado constructivo, una realidad que contrasta fuertemente con la decisión del gobierno de continuar destinando la mayor parte del presupuesto al sector del turismo, utilizando dichas finanzas, fundamentalmente, para la construcción de lujosos hoteles.