Una joven cubana Gabriela Rodríguez, cuenta que siendo niña puso todo su empeño para brillar en el escenario como estudiante de ballet clásico, sin embargo su futuro la llevaría a algo muy diferente.
Gabriela enfrentó el desafío de llegar a los Estados Unidos con sus padres justo antes de cumplir 15 años.
“No sabía nada. Soy una persona muy sociable y vengo aquí a un nuevo país con nueva cultura, gente nueva, simplemente sentí que no era mi lugar”, contó.
No obstante se esforzó, aprendió inglés rápidamente, estudió mucho y encontró su lugar en los honores y clases de colocación avanzada. Ella estaba decidida a tener éxito.
Para Gabriela su mayor motivación son sus padres, ella es hija única, y dice ellos “dejaron todo en Cuba para venir” a EEUU.
Sus padres le enseñaron que Estados Unidos es el país de la libertad, y las oportunidades que querían que tuviera en su vida.
“Siento que es mi deber ser una mejor persona y convertirme en alguien porque hicieron esto por mí”, detalló la cubana.
De la escuela secundaria, pasó al Programa de Honores en el Miami Dade College, donde fue presidenta de la Sociedad de Honor del Presidente Phi Theta Kappa. Cuando se graduó, ganó la beca de transferencia de pregrado de la Fundación Jack Kent Cooke.
La joven fue elegida entre miles de otros graduados, recibirá hasta $ 40,000 anuales para completar su licenciatura. Fue admitida en varias universidades importantes, pero eligió la Universidad de Miami.
“Elegí la UM porque es la escuela de mis sueños. Siempre quise venir aquí. Amo a Miami, amo a UM, a mi familia que vivió aquí antes. Se trata de la ‘U.’”, dijo emocionada Gabriela.
Su historia es similar a la del Dr. Eduardo Padrón, presidente de Miami Dade College, que huyó de Cuba a la misma edad.
“Gabriela es un ejemplo, como muchos estudiantes inmigrantes que vienen a esta nación en busca de oportunidades, en busca de la libertad”, confesó Padrón.
“Se aplicó a sí misma, puso sus energías a trabajar, y ha sido una de las mejores estudiantes que hemos tenido”, añadió.
El baile sigue siendo parte de su vida ya que comparte la pasión, y la disciplina que contribuyeron a su éxito con los jóvenes bailarines como instructora voluntaria.
Su prioridad es continuar sus estudios, hasta que se convierta en una cirujana cardiotorácica.
El objetivo principal de Gabriela es que su educación un día le permita salvar vidas, lo que hará que su duro trabajo y los sacrificios de sus padres hayan valido la pena.
(Con información de NBC 6 Miami)
