La Casa Blanca el jueves anunció que los hospitales estadounidenses que reciban fondos del paquete de estímulo de dos billones de dólares, aprobado por el gobierno, no podrán enviar facturas médicas «sorpresa» a los pacientes tratados por Covid-19, informa Telemundo 51.
Estas facturas suelen aparecer cuando una persona con seguro médico se atiende en un servicio de urgencias ajeno a la red de centros incluidos en su plan, o cuando un médico que no pertenece a la red atiende al paciente.
Congresistas estadounidenses prometieron frenar esta práctica ante la pandemia, sin embargo parecen inciertas las perspectivas de que la ley salga adelante ahora.
El vocero de la Casa Blanca Judd Deere advirtió a través de un comunicado, que «el gobierno de Trump se compromete a garantizar que ningún estadounidense se verá sorprendido por el costo relacionado con los tratamientos que necesiten por el Covid-19».
El plan de estímulos de Washington incluye 100,000 millones de dólares para la atención médica, los 30,000 millones dirigidos a hospitales deben liberarse pronto.
Los centros hospitalarios que acepten la ayuda del gobierno estadounidense estarán obligados a certificar que no intentarán recolectar más dinero del que el paciente tendría que pagar si se hubiese atendido en un hospital cubierto por su seguro.
A su vez esta prohibición de las facturas sorpresa protegerá a los ciudadanos cubiertos por programas de gobierno, planes de empresa o seguros contratados por el propio paciente.
Según Annette Guarisco Fildes, directora de Comité de Industria de ERISA, «en un momento en que nada es seguro, los pacientes pueden consolarse al saber que no recibirán facturas escandalosas e inevitables en las semanas y meses posteriores a haber sobrevivido al virus».
ERISA es una ley federal que establece los términos y condicionales de los planes de salud de empresa en varios estados en EEUU.