Fallece el hombre que convirtió a Sedano’s en la cadena hispana más grande de EEUU luego de emigrar de Cuba en su juventud

La familia Herrán anunció con pesar este 15 de octubre la muerte de Manuel Herrán, quien hiciera de los mercados Sedano’s en el sur de la Florida la cadena de supermercados hispana más grande del país.

“Hoy tengo este enorme agujero en el corazón”, dijo al Miami Herald Agustín “Tino” Herrán, el hijo mayor de Manuel que dirige la cadena hoy como director general.


Herrán falleció a sus 83 años debido a complicaciones con la diabetes.

Hoy los supermercados Sedano’s se extienden desde Homestead hasta Orlando con un total de 35 tiendas.

Manuel Agustín Herrán llegó a Miami como un inmigrante de Cuba, dando a generaciones de cubanos una muestra de su país perdido hace mucho tiempo. Pero no era cubano.

Herrán, el mayor de cinco hermanos, nació en Arenal, España, en un pueblo de 500 habitantes, donde su familia vivía en una casa de madera de tres habitaciones y dos pisos sobre las vacas lecheras que criaban.

Su familia huyó de una economía española desesperada en 1951 cuando Herrán tenía 14 años. Comenzó a trabajar en una tienda de ropa, donde conoció a su esposa de 56 años antes de que su familia tuviera que huir nuevamente de los Castros.


En esta ocasión llegaron a Atlanta, pero poco después el tío de su joven esposa le pidió que fuera a Hialeah. Armando Guerra le dijo a Herrán que necesitaba su ayuda para administrar una bodega de 4,000 pies cuadrados que acababa de comprarle a un hombre llamado René Sedano’s.

Fue así como el nombre permaneció y Herrán comenzó a trabajar activamente con Guerra para hacer crecer el negocio.

Herrán llamó a sus tres hermanos, que se habían establecido en Elizabeth, Nueva Jersey, para que lo ayudaran a abrir otros supermercados Sedano’s. Para cuando Guerra murió en 1979, los Herráns habían abierto cuatro Sedano’s en todo el condado de Miami-Dade.

Mientras que mercados como Win-Dixie y Publix cuentan con un pasillo de comida típicamente hispana, Sedano’s centró su atención en vender todo tipo de producto hispano para ese sector de la población cada más grande.

Herrán siempre tuvo una política de contrata abierta a ayudar a los migrantes recién llegados aún cuando no hablaban el idioma inglés. La leyenda cuenta que aún cuando no tenían posiciones disponibles en sus tiendas él siempre buscaba lugar para dar empleo a inmigrantes necesitados.


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