Estudio revela que la compra de una vivienda en Miami implica poseer ingresos anuales superiores a los $150,000

El mercado inmobiliario en Estados Unidos continúa afrontando notables desafíos, pues en los últimos años la adquisición de una vivienda ha implicado contar con recursos económicos cada vez mayores, según refleja un estudio de Zillow, un portal inmobiliario líder que ofrece una amplia gama de servicios relacionados con bienes raíces, almacenando información de millones de viviendas en venta o alquiler, con datos claves de sus características, imágenes, ubicación geográfica en mapa satelital y valores en el mercado actual.

Dicho informe revela que para comprar una casa en la nación norteña en el presente año se requiere un ingreso familiar anual superior a los $106,000, cifra que sobrepasa con creces el ingreso medio de los hogares estadounidenses, que es de aproximadamente unos $81,000 anuales.


El análisis en cuestión pone de relieve un incremento del 80% en relación a las cifras registradas en el año 2020. En aquel entonces, un ingreso familiar de $59,000 bastaba para asumir los costos relativos a la compra de una vivienda. Asimismo, salió a relucir el notable aumento experimentado también por el precio mensual de la hipoteca, que se ha elevado en un 96,4% alcanzando los $2,188, con el requisito de efectuar un pago inicial del 10%.

En este complejo escenario, el estudio expone que una de las causas del problema es la discordancia que existe entre el crecimiento salarial y el incremento de los precios de las viviendas, situación que ha empeorado debido a la reducción de ofertas inmobiliarias en el mercado. Igualmente, se destaca que casi la mitad de los compradores de primera vivienda han tenido que solicitar apoyo económico de sus familiares o amigos para poder solventar al menos una parte del monto inicial exigido.

Sin embargo, esta realidad se agudiza aún más en determinados lugares del país como el sur de Florida, que constituye uno de los ejemplos más representativos. Por ejemplo, Miami se erige como la región donde se necesitan los mayores recursos económicos para adquirir una vivienda cómodamente, ya que se estima que los ingresos requeridos para llevar a cabo dicho acto rondan los $151,163. Otras ciudades del Estado del Sol como Orlando, Tampa y Jacksonville también reportan cifras alarmantes, debiendo los interesados poseer ingresos de $121,418, $116,329 y $109,271 respectivamente, para ambicionar la compra de una casa.

No obstante, el informe resalta que el estado con las áreas más caras para comprar una vivienda en Estados Unidos es California, pues los ingresos familiares necesarios superan los $200,000. Las primeras posiciones de la lista las ocupan ciudades como San José, San Francisco, Los Ángeles y San Diego, lo cual evidencia las notorias desigualdades imperantes en cuanto a la adquisición de una vivienda en comparación con otras zonas del país.

En este contexto, las opciones más asequibles se hallan en ciudades como Pittsburgh, Memphis, Cleveland, Nueva Orleans y Birmingham, donde los ingresos requeridos son mucho menores.


A modo de conclusión, se puede decir que el citado estudio muestra las marcadas diferencias que prevalecen en cuanto al acceso a una vivienda en distintas regiones del gigante del norte, así como los retos que deben enfrentar sus ciudadanos al momento de materializar esta aspiración, situación que se ha agravado en los últimos años por la convergencia de numerosos factores de orden económico y social. Las tendencias del mercado inmobiliario actual exigen una evaluación general y exhaustiva de las políticas de vivienda y la puesta en práctica de estrategias que permitan lograr un equilibrio adecuado en este difícil escenario.


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