Algunos bancos han comenzado a pedir los títulos de propiedad, antes de acordar financiar proyectos con Cuba, tras la entrada en vigor del título III de la Ley Helms-Burton, dio a conocer Diario de Cuba citando información de Reuters.
Durante años el Banco Nacional de Canadá por ejemplo ha facilitado gran parte del comercio de alimentos de EEUU, ya que no hay relaciones bancarias entre La Habana y Washington a causa del embargo, sostienen exportadores norteamericanos.
Actualmente, un exportador estadounidense contrata ventas con el importador estatal de la Isla Alimport, que emite una carta de crédito de un banco de un tercer país. Una vez que la empresa radicada en EEUU recibe el dinero del Gobierno cubano mediante el banco, entrega los alimentos al país comunista.
Sin embargo los abogados de instituciones financieras desconfían cada vez más de aprobar transacciones en Cuba, incluso si sus clientes no estaban infringiendo las sanciones, reveló un banquero occidental, al igual que otros empresarios y diplomáticos que prefirieron no develar su identidad.
Por otra parte el régimen de La Habana se niega a dar escrituras de tierras anteriores a la confiscación de la mayoría de las propiedades privadas en la década de 1960.
Desde 2001 hasta la fecha, agricultores estadounidenses y empresarios del sector han vendido cerca de 6.000 millones de dólares en aves de corral, soja, maíz y otros productos a Cuba, bajo el amparo de una excepción al embargo comercial de EEUU, que permite ventas a la Isla pagando en efectivo, no obstante con la activación del título III de la Ley Libertad las exportaciones de alimentos estadounidenses al país caribeño podrían tener sus días contados.
Según Paul Johnson, presidente de la Coalición Agrícola Estados Unidos para Cuba, “los desafíos crecientes de obtener cartas de crédito para exportar alimentos a Cuba son un fuerte indicador de que el Congreso estadounidense debe actuar para proteger el comercio agrícola del título III”.
Dos fuentes de negocios occidentales que saben de los servicios financieros a la Isla, confesaron que el Banco Nacional de Canadá está nervioso porque podría ser demandado si los barcos descargan en puertos que se encuentran en propiedades robadas por el dictador Fidel Castro luego de 1959.
“He oído que el Banco Nacional de Canadá quiere asegurarse ahora de que cuando se entreguen los alimentos de Estados Unidos el área del puerto no sea una propiedad nacionalizada, lo cual puede ser un problema para los cubanos”, expresó un empresario entrevistado.
El portavoz del Banco Nacional de Canadá, Jean-Francois Cadieux dijo en un correo electrónico que las preocupaciones sobre su cese en la emisión de cartas de crédito eran inexactas.
Al ser interrogado Cadieux, sobre si la entidad financiera observaba los puertos en Cuba, el vocero comentó: “los procesos sólidos se aplican a todas nuestras actividades”, sin referir nada más.
Si actualmente los cubanos de la Isla enfrentan una escasez alimentaria que recuerda los oscuros años ´90 del Período Especial, en caso de que disminuyan las importaciones de alimentos desde EEUU esta situación podría agravarse aún más.
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