En Pinar del Río, un total de 1.900 familias damnificadas por ciclones anteriores a Michael continúan a la espera para solucionar el tema de la vivienda

El huracán Michael complicó aún más el panorama para miles de familias damnificadas luego de su azote en el municipio cabecera de Pinar del Río, donde ya suman más de 10.800 afectaciones de viviendas por fenómenos de este tipo en el pasado, reporta Diario de Cuba.


1.900 familias perjudicadas por ciclones anteriores todavía no han tenido solución, de acuerdo al diario oficialista Granma, y para más de 1.100 la situación de estos núcleos es peor, ya que están obligados a cobijarse en facilidades temporales, en pésimo estado.

Sin embargo, la prensa estatal anuncia que «nadie quedará desamparado», y que «los primeros recursos destinados a los damnificados por el huracán Michael ya están en Vueltabajo».

En lo que resta de año, las autoridades piensan resolver las afectaciones de techo ocasionadas por el último meteoro, y trabajan arduamente en la certificación de los daños.

Asimismo pretenden «poder iniciar cuanto antes la entrega de materiales», aunque todavía no hay fechas disponibles para ello, y se conoce la ineficiencia y burocracia del Estado cubano en este sentido.

Por su parte el presidente del Consejo de la Administración en el municipio de Pinar del Río, Roberto Díaz Menéndez celebró que en los 18 consejos populares de ese territorio se han habilitado oficinas de trámites «para evitar que las personas tengan que trasladarse a largas distancias para realizar las gestiones pertinentes».


Según el directivo, el Gobierno cubano subsidiará la reparación de las 180 facilidades temporales que quedaron dañadas durante el paso del último ciclón, en las que viven familias damnificadas por fenómenos meteorológicos anteriores.

Los casos de damnificados por derrumbes totales o parciales de vivienda, serán incluidos en el programa de recuperación de los huracaranes que «recibirá un impulso a partir del 2019», puntualiza el mismo medio de prensa.

Michael azotó el pasado 8 de octubre, en el extremo oeste de la provincia de Pinar del Río, dejando miles de viviendas sin electricidad, inundaciones y otros perjuicios.

(Con información de Diario de Cuba)


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