El Sexto cuenta su historia como disidente y pide a los jóvenes que no sean indiferentes a la represión en Cuba

El grafitero y activista cubano Danilo Maldonado Machado, pide a los jóvenes que no sean indiferentes a la represión en Cuba, y hace un llamado a los cubanos a acabar con el miedo.


Más conocido como El Sexto, sobrenombre que eligió “para identificar al pueblo”, en medio de la campaña estatal por la liberación de los cinco espías presos en Estados Unidos, deja en claro que en Cuba es urgente educar para combatir el miedo.

El activista creció en un hogar lleno de necesidades, y cuando tuvo el primer trabajo mal pagado, sustrajo lo que encontró para ayudar a su madre, el régimen lo marcó como delincuente.

El disidente se erigió en las cárceles de Cuba, allí nació el artista contestatario y rebelde.

Maldonado culpa al régimen de sostener mecanismos para enajenar a la juventud cubana.

https://www.youtube.com/watch?v=Pq-BK26BMng&feature=youtu.be


Acerca del comportamiento de los cubanos que han llegado recientemente a Miami, que se desligan de reconocer la existencia de una dictadura en la Isla, El Sexto habla:

“No rompen con el régimen porque saben que no deben (para poder regresar cuando quieran). Ahí tienes a artistas, como Gente de Zona, que son capaces de pedir la libertad para Venezuela y no hacen lo mismo para Cuba. Tienen un discurso (programado) para llegar a la gente. Y eso sucede desde hace mucho tiempo, sólo que ahora es más frecuente. Por ejemplo, en el caso de los artistas plásticos, si no son bien vistos (por el régimen), que si no pertenecen a instituciones culturales del Gobierno, no tienen el carné que les permite obtener materiales para trabajar, ni el apoyo para hacer una exposición ni el permiso para sacar una obra al extranjero. Todo ese engranaje evita que personas como yo y como el músico Gorki puedan presentar su arte”.

El artista cubano añade:

“Podría ser que el facilismo creativo es la salida de esos músicos, pero también podría ser una estrategia del Gobierno para darles un espacio y evitar el auge de otras letras. Hay otros músicos brillantes, tan jóvenes como ellos, como Roberto Fonseca, exitoso pianista, conocido en varios países, cuya música no es difundida en Cuba. Prefieren difundir música estridente, básica, enfocada incluso en la sexualidad, que no brinde la oportunidad de pensar en otras cosas. Y eso es lo que le están metiendo a la gente en la cabeza para vivir enajenados, lejos de la realidad. Y si eso es lo que repiten en la radio, prácticamente 24 horas al día, llega el momento que penetra e influye”.

Diario Las Américas le preguntó sobre el comportamiento de los jóvenes cubanos con respecto a la dictadura, y cómo lograba ver el futuro de la sociedad.

“La juventud cubana prefiere mantenerse al margen de la realidad, consumir la música y hacer lo que le dicen. Hay otros que piensan diferente, pero cuando ven el peligro de caer presos, no se lanzan. El régimen tiene un control absoluto de la población. Y por eso es muy difícil que pase algo como lo que sucede en Venezuela. Por ejemplo, existe la ley de [supuesta] prevención del delito con la que deciden desde quién podría robar, antes de cometer el delito, hasta quien saldría mañana a la calle a protestar. Pero si a esa juventud la meten presa antes de pensar, no hay grandes probabilidades de protestar. Hoy [en Cuba] la prioridad es tratar de sobrevivir, sea guiando a turistas, vendiéndoles tabacos, prostituyéndose o yéndose al extranjero”.

Sobre el tema de la sucesión de poder en Cuba en 2018, Maldonado dice que no sabe a ciencia cierta, que pensó que cuando Fidel murió la gente iba a salir a las calles, pero no fue así.

“Yo salí a la calle y me vi solo. Tal vez nos preguntemos, ahora qué hacemos”.

Los reporteros preguntaron a El Sexto, qué pudo haber cambiado en Miami para permitir que músicos y empresarios presenten espectáculos que logran incrementar los ingresos del régimen castrista.

“No se están tomando las medidas necesarias. Creo que eso está en manos del Gobierno de EEUU, congresistas y senadores, que permiten la entrega de visas lo mismo a un grupo artístico o un músico, que están respaldado por una entidad gubernamental cubana, sea una casa de cultura o un ministerio”.

El grafitero cubano admite que lo que lo hizo salir a la luz pública como disidente fue la acumulación de sucesos y abusos. Y cuenta por qué estuvo preso dos años.

“Estuve preso dos años por robarle al Estado, porque para sobrevivir en Cuba hay que robarle al Gobierno que lo tiene todo. Luego me castigaron con otro año de cárcel por no trabajar para el Gobierno, cuando trataba de hacer piezas de barro para sobrevivir. Fue entonces cuando me radicalicé y decidí combatir la dictadura con lo poco que tenía”.

Diario Las Américas le preguntó qué mensaje le daría a los jóvenes cubanos

“Entiendo que no quieran salir a la calle a manifestarse porque la Policía los va a partir como un lápiz. Pero al menos que no sean parte del instrumento represor. Que no se dejen reclutar para reprimir una protesta o cualquier manifestación contra el Gobierno. Que no voten en la elecciones porque sólo podrán votar por quienes pongan en la lista y al final sólo beneficiarán a la dictadura”.

En referencia a la ayuda que la comunidad cubana en el exilio, específicamente en Miami puede ofrecer para acabar con el régimen represivo en la Isla, dijo:

“Ayudar a educar a la población cubana acerca de los derechos civiles y libertades. Por ejemplo, una radio bien establecida o una acción concreta, como puede ser una manifestación de embarcaciones al puerto de La Habana, que no pueda ser parada”.


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