El costo de la cena de Nochebuena en Cuba, los cubanos opinan

Con más de medio siglo de dictadura castrista enraizada en Cuba, muchas tradiciones se han perdido, la cena de Nochebuena es una de ellas.


Antes del triunfo de la “revolución cubana” en 1959, la familia cubana ya fuese pobre, clase media o alta se reunía con lo poco o lo mucho que tenía alrededor de la mesa, sin embargo la cena nunca faltó, y aquellos más desfavorecidos podían disfrutar de la carne, los turrones y los platos criollos que acompañan la celebración.

Pero el castrismo siempre vio con malos ojos, e hizo todo lo posible por imposibilitar estas reuniones familiares, aludiendo a que eran “hábitos burgueses”, y más tarde con las carencias en la Isla para la familia cubana gozar de esta tradición fue cada vez más difícil.

La religión católica también fue hostigada en Cuba, abundaban los perseguidos religiosos, las iglesias permanecieron vacías durante buen tiempo, y muchas personas no se podían ni bautizar, todo en Cuba era en torno a Fidel Castro, el Partido Comunista de Cuba (PCC), único legal en la Isla, y la “revolución cubana”.

Cualquier otro tema incluso, escuchar a The Beatles, estaba prohibido, mascar chicle en las escuelas, e infinidades de cosas absurdas, y dogmatismos y control extremo que tienen como denominador común todas las dictaduras.

Con la visita de tres pontífices de la iglesia católica a la Mayor de las Antillas, algunos atisbos de libertad en el plano religioso han aparecido, sin embargo la feligresía ha mermado, y aunque el 25 de diciembre es feriado y se instauró una semana santa, para muchos cubanos nacidos bajo el castrismo, la Navidad y la cena navideña es algo extraño, por la expropiación de la costumbre durante años, y por el costo de la cena.


El salario promedio en la Isla es de 30 dólares mensuales, y los precios en el mercado no corresponden con los ingresos de los nacionales, los costos de los productos cuando los hay, cuestan casi igual que en cualquier otro lugar del mundo, donde las personas ganan aunque sea algo aproximado a lo justo.

La administradora de un agromercado estatal en 25 y O en el capitalino Vedado, Laura Burgués explica su caso:

“Nosotros tenemos la tradición de juntarnos, más que por creencias por aquello de reunirnos toda la familia, aunque sea una vez al año. Sin embargo, la vida aquí está muy cara. Mi esposo y yo tenemos que estar reuniendo casi 4 o 5 meses antes para al menos hacer una comida decente sin lujos, y eso que todo el mundo aporta un poquito, pero entre la carne que esta sobre los 30 o 50 pesos la libra, las ensaladas y las bebidas, la cena nos cuesta casi 100 CUC, ¡Y aquí nadie cobra en CUC!”.

Un jubilado que se autodefine como católico y patriota, Ricardo de la Cruz cuenta:

“Si no es por el dinero que me manda mi hija del extranjero yo no podría hacer una cena de Navidad, porque imagínese, con mi jubilación no me alcanza para nada, y eso que uno aún esta fuerte como para inventar”.

“Nosotros, antes de ir para la iglesia a las 12, nos reunimos los amigos del barrio y compramos una piernita (de cerdo) entre los que quedan, y así pasamos Nochebuena, que si piensas bien, de buena solo le queda el nombre”, añadió el pensionado.

“Hay veces que ni siquiera el tema gira en torno al dinero, en mi familia todo el mundo trabaja y todo el mundo aporta. Pero el dilema muchas veces consiste en encontrar o bien la comida o bien la bebida”, detalla Alaina Salermo, una joven de 27 años que trabaja en la Oficina del Historiador de la ciudad de La Habana.

“La cerveza por estas fechas sube de precio como la espuma. Las piernas de cerdo, para encontrar una que esté buena como para tantas personas es muy difícil. Las ensaladas en esta temporada es solamente lechuga y col, o cuando tienes suerte tomate, y agárrate con los precios. En fin, que hubiese sido mejor no tener que celebrar nada. En Cuba todo es un problema”, concluyó.

(Con información de Martí Noticias)


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