El agudo dilema que enfrentará Miguel Díaz-Canel si asume la presidencia de Cuba

La publicación británica The Economist, sacó un artículo titulado “Los dirigentes cubanos están atrapados entre la necesidad de cambios y el miedo a ellos”, apuntando que la generación de Miguel Díaz-Canel enfrenta un dilema serio; en espera de que sea el sucesor de Castro, y el general se retire en febrero del próximo año como se ha anunciado.


La revista repasa como pese a la ayuda de Venezuela, nación suramericana que ahora enfrenta una crisis; la Mayor de las Antillas sigue siendo incapaz de producir gran parte de la comida que consume; o de pagar un salario digno a los cubanos; y aún con las reformas bajo el mandato de Raúl Castro, se ha generado desigualdad y relajamiento del control estatal, por lo que cuando el exmandatario Barack Obama visitó la Isla en 2016, brindando apoyo a los emprendedores privados, y hablando de elecciones libres en televisión nacional, el castrismo entró en pánico.

Y es que Cuba evoluciona y retrocede, desde entonces el régimen ha frenado al sector privado, deteniendo lo que el octogenario militar llama “ilegalidades y otras transgresiones”, cuando el sistema no puede hacer frente a la aguda situación que sufre desde hace décadas la economía y la sociedad cubana.

El tema de la dualidad monetaria en la Isla, parece ser otro mal que el gobierno no es capaz de resolver.

The Economist observa que el estancamiento económico puede que deje intacto el control político del régimen, su prioridad primordial, pero esquiva un gran problema.

Un estudio de Pavel Vidal publicado el mes pasado por el Banco Interamericano de Desarrollo; muestra que desde la década de los 80 la economía cubana ha perdido terreno en relación con las de otros países de América Latina, el autor recuerda el reportaje, fue uno de los asesores de las reformas de Castro, y ahora se desempeña como profesor de la Universidad Javeriana en Cali, Colombia.


“Él ha procesado estimaciones internacionalmente comparables, y hasta ahora no disponibles, del PIB de Cuba desde 1970, calculando un tipo de cambio medio que toma en cuenta el peso de las varias tasas coexistentes en la economía cubana”.

La publicación británica ha hallado que el PIB per cápita en la Isla en 2014, fue de sólo $ 3,016 según la tasa de cambio media, apenas la mitad de la cifra reportada oficialmente y solo un tercio del promedio latinoamericano. Y esto incluye el valor de los servicios sociales gratuitos (como salud, educación y vivienda) que reciben los nacionales. Teniendo en cuenta el poder adquisitivo, el PIB por habitante fue de $ 6,205 en 2014, o un 35% por debajo de su nivel de 1985.

El académico continúa comparando a Cuba con otros diez países latinoamericanos, cuyas poblaciones son similares en cuanto a la cantidad, algunos de estos países son República Dominicana, Panamá, Paraguay, Costa Rica entre otros.

Mientras que en la década del 70 la Isla comunista era el segundo más rico de 11 países, situándose detrás de Uruguay en 2011, estaba en sexto lugar en ingresos per cápita, por delante estaba Panamá, Costa Rica, Dominicana y Ecuador.

Según Pavel Vidal, el declive cubano se debe fundamentalmente a la carencia de inversión, pero también a un índice que refleja una población menguante y envejecida; el catedrático descubre que las reformas han producido un modesto aumento de los ingresos e incluso productividad. Pero añade que aunque se mueven en la dirección adecuada, “se han quedado cortas”, para el cambio que Cuba necesita.

La revista inglesa concluye diciendo que para Díaz-Canel y sus colegas reformistas, se impone acelerar el cambio en Cuba, aunque el mismo implique riesgos políticos, sin embargo dejar todo igual puede redundar en riesgos económicos.

(Con información de Martí Noticias)


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