Desde España la actriz cubana Giselle Lominchar habla del motivo que la llevó a emigrar: «Había tocado un techo en Cuba»

Actriz cubana Giselle Lominchar ha podido hacer pequeños trabajos como artista en España, pese a que emigró hace sólo un año, es madre primeriza de Pau, un bebé de doce meses, y vive distante de la capital, sin embargo la isleña va por más, y está decidida a tomar el reto de hacer carrera en Madrid.

En entrevista con Diario de Cuba, Giselle reveló que ya siente es momento de volcarse nuevamente al mundo profesional, aunque por supuesto se seguirá ocupando de su hijo, y para nada pretende abandonar la maternidad.


«Ya estoy ahora mismo en un momento que siento que necesito un espacio mío, artístico, profesional, que estoy añorando muchísimo. Eso no significa que no me quiera dedicar a la maternidad, sino que una mujer también tiene sus deseos profesionales, su realización, sus metas», explicó.

La artista confesó que se le abrieron las puertas cuando menos lo imaginaba, con colaboraciones, cuestión que le sorprendió especialmente por ser migrante.

«Casi siempre eran de temáticas de niños, pero también sesiones de fotos, por ejemplo. Con esas cosas tú sientes que estás haciendo algo creativo y que vas dando pasillos. Además, no te lo esperabas porque eres cubana. Eso demuestra que a veces una tiene predisposiciones por lo que le ha ocurrido a la gente. Que si los españoles son así, que si son muy cerrados, que si no le abren las puertas a todo el mundo. Y uno no debe hacer caso a eso, porque cada cual tiene su energía y tiene su experiencia, la vida te va abriendo caminos y tú tienes tus propias vivencias. Y cuando tú emigras tratas de soltar todas esas predisposiciones», sostuvo.

Lominchar ha vivido todo este tiempo en Málaga, ahora está de paso por Madrid, pero contó que tiene pensado mudarse a la capital del país ibérico precisamente para reinsertarse en el mundo laboral.

Sobre su salida de la Isla, Giselle confesó que en Cuba «había llegado a un tope, había tocado un techo», una de las cuestiones que la condujo a emigrar.


«Vine por varias razones. Yo había estado en España en 2017 y me dije que en algún momento iba a vivir aquí, porque me gustó mucho. Vine porque estaba embarazada y quería hacer la familia aquí. También, hacía un tiempo que no estaba del todo satisfecha con mi trabajo», detalló.

«Aunque hubo muchas cosas y directores con los que me faltó trabajar y la pandemia paró muchos proyectos, yo tenía que dar el salto, tenía que abrirme de cierta forma», indicó.

Giselle de 33 años es también realizadora, y ha comenzado a promocionar su corto Habanalike, un proyecto en el que trabajó en coproducción con el Fondo del Cine Cubano (FFCC), y que aborda «desafíos y dilemas éticos que se generan en Cuba desde la apertura de la isla al acceso a internet».

El mismo aborda una historia de cuatro jóvenes aislados de la cotidianidad en un parque wifi en La Habana, que navegan en el mundo virtual a través de sus perfiles digitales para abstraerse de la realidad que le circunda.

Mientras trabajaba en su corto, a la par, Lominchar escribía un guión sobre la maternidad, un proyecto para que el que está buscando financiamiento como productora.

En un mensaje a la diáspora, Giselle lamentó los cubanos seamos víctimas de los parcialismos políticos, y pidió unidad ante todo.

«A veces se hacen como bandos de los cubanos que están aquí en España, los cubanos que están en Cuba, los cubanos que están en Miami… los cubanos de las orillas. Y eso nos hace daño. Uno a veces siente como una presión incluso política de que, una vez que emigras, debes tener una postura. Cuando compartes algo de un colega, por ejemplo, yo estoy mirando la obra artística, no estoy mirando qué postura política tiene. Eso es muy arcaico, pasó incluso en Hollywood», admitió.

«Nosotros no podemos caer en eso. Yo creo que ese no puede ser el camino. Al contrario, tenemos que unirnos», concluyó.


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