Desaparecido desde el viernes el activista camagüeyano Bárbaro de Céspedes, quien llevó una cruz hasta la Iglesia y fue expulsado

Desaparecido desde el viernes el activista camagüeyano Bárbaro de Céspedes, quien llevó una cruz hasta la Iglesia y fue expulsado/Imagen tomada de redes

Desaparecido desde el viernes el activista Bárbaro de Céspedes, conocido en las redes sociales como El Patriota de Camagüey.

De Céspedes se pintó una bandera cubana en el torso, y llevó una cruz con el letrero 61 años de comunismo, hasta la Iglesia Mayor de Camagüey, él explicó a través de un vídeo en vivo en Facebook, que hacía esto para cargar el sufrimiento del pueblo cubano en más de seis décadas de dictadura, tal como lo hizo Jesucristo en el año 33.


Al llegar a la iglesia, una mujer se le interpuso en el camino y no lo dejó pasar al templo, con el pretexto de que no llevaba camisa, Bárbaro tuvo que abandonar el lugar de culto, y dejó claro que lo estaban expulsando de la casa de Dios en Viernes Santo, desde ese día no se tienen noticias del activista.

«¿Recuerdan al hombre de la cruz que no dejaron entrar a la Iglesia de La Merced en Camagüey? Pues no se sabe nada de él. Hoy es domingo de Resurrección. Un acto de amor sería que las personas de esa misma iglesia que le negaron la entrada fueran a averiguar qué fue de él», sugirió la activista Anamely Ramos.

¿Recuerdan al hombre de la cruz que no dejaron entrar a la Iglesia de La Merced en Camagüey? Pues no se sabe nada de él….

Publicada por Anamely Ramos González en Domingo, 4 de abril de 2021

No se sabe si fue detenido pero dado el contexto represivo que vive Cuba y las jornadas de violencia que se vivieron ayer sábado en la noche, en La Habana y en Altamira, Santiago de Cuba, es lo más posible, si es así no sería la primera vez que El Patriota de Camagüey es víctima de un arbitrario arresto pues ha salido en varias ocasiones a manifestarse.

Bárbaro es un señor cercano a los 60 años, un ejemplo de que cuando hay valor, determinación y conciencia política y ciudadana, la cruda represión del régimen no intimida, al menos no a los valerosos.



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