Un cubano varado en Ecuador escribió una carta abierta al presidente Obama pidiéndole interceder por la situación de cerca de 5000 cubanos que están buscando llegar a Estados Unidos.
Aquí les dejamos la carta de este cubano en una situación desesperada.
Honorable Señor.
Con profunda humildad le escribimos desde la comunidad cubana asentada en Ecuador. Como seguramente conoce, las cubanas y los cubanos venimos sufriendo con angustia el drama de la emigración que se renueva periódicamente como forma de escapar a la opresión, la miseria y la falta de oportunidades.
Miles de cubanos han perdido la vida en ese intento, familias enteras han desaparecido o han debido fragmentarse; nuestros niños lloran a sus padres que un día salieron por un futuro mejor para ellos y nunca más aparecieron; padres e hijos que no se abrazan por más de 10, 20 o 30 años; familias que claman por sus muertos, “los muertos de la libertad”, ancianos que esperan a sus hijos, aquellos hijos que no volvieron a ver más; matrimonios deshechos; mujeres violadas o vejadas, cubanos asaltados y asesinados en plena selva centroamericana; personas humildes que vendieron lo poco que tenían por alcanzar un sueño y no lo lograron. Esas selvas, aquellas aguas que se han tragado a nuestro pueblo de a poco cuentan historias de horror que laceran lo más profundo del corazón de nuestra gente. Y ese adiós, que para muchos es hasta nunca más, aprieta nuestro pecho como solo nosotros sabemos. Ha de hacerse justicia.
¿Por qué tenemos que salir de nuestra tierra? ¿Por qué abandonar lo que es nuestro para sufrir con lo de otros? ¿Por qué tenemos que dejar a nuestras familias? Es alto el precio de la libertad. Parecen no bastar casi 60 años de oprobio, parecen 60 años como nada ante la desesperanza de un pueblo que gime y clama por su libertad y que busca alternativas para una vida mejor.
Así tenemos más de 5000 cubanos y cubanas en tierras ecuatorianas, que ante la imposibilidad real de ver aquellos anhelos cumplidos por decenas de razones tratan de sobrevivir en las condiciones más complejas. De esta forma conviven cientos de niños, ancianos, mujeres embarazadas y enfermos y así, víctimas de la desesperación, se lanzan a recorrer toda la peligrosa ruta migratoria para alcanzar las tierras de libertad. Otros pueblos lo hacen por otras razones, nuestro pueblo lo hace para alcanzar la libertad. Nos hemos negado a perder más vidas humanas. Aunque a nuestro gobierno no le interese, somos miles los que padecemos por ellos y defendemos el bienestar de la familia cubana.
Sr. Presidente.
Ante la realidad que se nos ha impuesto, apelamos a su generosidad y buena voluntad para recibir de usted una vez más su ayuda para que estos 5000 cubanos y cubanas puedan llegar a los Estados Unidos de forma segura por la vía que se estime conveniente, lo cual terminaría definitivamente con esta crisis migratoria cubana en la región.
Nadie como su gobierno y su bondadoso pueblo comprende la difícil situación de los cubanos. Ustedes le han dado más a nuestra gente de lo que hemos pedido y lo han hecho con el amor que necesita nuestro desesperado pueblo. ¿Cómo retribuirles? En el corazón humilde de los cubanos guardamos aquella rosa blanca que valientemente usted nos obsequió.
Aunque angustiados, nos sentimos esperanzados porque sabemos que las causas nobles constituyen un símbolo de la Unión Americana a la cual usted representa.
Profundamente agradecido.
Peter J. Borges Basulto.
En nombre de 5000 cubanas y cubanos.
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