Muchas de nuestras comidas favoritas pueden contener fragmentos de criaturas que probablemente no sabías que estaban allí.
Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos ha impuesto estándares para reducir al mínimo estos indeseados ingredientes en la comida pero aun así para muchos podría ser inaceptable. Por ejemplo la FDA permite que los granos de café mueles para desayunar tengan un promedio de 10 miligramos o más de excremento animal por libra. Hasta 4% a 6% de los frijoles por conteo también pueden estar infestados de insectos o mohos reportó CNN.
La mantequilla de maní es uno de los alimentos más usados en Estados Unidos está autorizado a tener un promedio de uno o más pelos de roedores y 30 (más o menos) fragmentos de insectos por cada 100 gramos, que son 3.5 onzas.
La jalea de manzana puede contener un promedio de cuatro o más pelos de roedor por cada 3.5 onzas (100 gramos) y alrededor de cinco insectos enteros.
Las pasas doradas pueden contener 35 huevos de mosca de fruta, así como 10 o más insectos enteros por cada 8 onzas. Los envases de pasas para niño son una onza cada uno. Eso es más de 4 huevos y un insecto entero en cada caja.
Los amantes de los spaghetti pueden sorprenderse al saber que cada caja de la deliciosa pasta pueden haber 450 partes de insectos y nueve pelos de roedor.
Por cada ¼ de taza de harina de maíz, la FDA permite un promedio de uno o más insectos enteros, dos o más pelos de roedor y 50 o más fragmentos de insectos, o uno o más fragmentos de estiércol de roedor.
Las espinacas congeladas o enlatadas pueden tener un promedio de 50 pulgones, trips y ácaros. Si faltan, la FDA permite larvas de gusanos de espinaca u ocho insectos.
Los insectos desmembrados también se pueden encontrar en muchas de nuestras especias favoritas. El orégano triturado, por ejemplo, puede contener 300 o más trozos de insecto y aproximadamente dos pelos de roedor por cada 10 gramos. Para poner esto en contexto, una botella de orégano de tamaño familiar es de aproximadamente 18 oz. o 510 gramos.
A pesar de las inspecciones de los compañías procesadores de comida y los procesos de control es casi inevitable que se contamine la comida. La FDA lucha para que se reduzca al mínimo esta contaminación que llega a nuestras mesas.
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