Este miércoles el meteorólogo José Rubiera, una de las voces más reconocidas y respetadas de la meteorología en Cuba, regresó a la televisión nacional para analizar la evolución de la tormenta tropical Melissa, un sistema que se mantiene casi estacionario en el Caribe central con una trayectoria particularmente difícil de predecir y que mantiene en vilo a las autoridades de los países del Mar Caribe.
Un fenómeno con comportamiento atípico
Rubiera explicó que el pronóstico es bastante difícil, aunque las imágenes satelitales muestran una densa masa nubosa asociada al fenómeno, el centro de circulación se encuentra desplazado respecto a las áreas de convección más intensa. Esta falta de alineación interna impide que Melissa se fortalezca, a pesar de que las aguas del Caribe presentan temperaturas muy favorables para su desarrollo.
“Parece que está muy bien, pero no está bien”, detalló el especialista, subrayando que se trata de un sistema inusual por su lentitud y falta de dirección clara.
Estancada en el Caribe central
Melissa se mueve muy lentamente, prácticamente sin desplazamiento, debido a la ausencia de corrientes directrices. Este comportamiento complica el trabajo de los modelos numéricos y genera una amplia incertidumbre sobre su rumbo.
Rubiera señaló que esta situación puede cambiar en cuestión de días: “Si las condiciones en la atmósfera superior se vuelven más favorables, el sistema podría reorganizarse y fortalecerse rápidamente”.
Posible fortalecimiento y riesgo para Cuba
De acuerdo con el pronóstico del meteorólogo, hacia el domingo o lunes podría producirse una disminución de la cizalladura vertical —los vientos que actualmente debilitan al sistema—, lo que permitiría que Melissa alinee su estructura y aproveche el calor oceánico del Caribe occidental.
En ese escenario, el sistema podría alcanzar categoría de huracán y desplazarse hacia el norte o noreste, bajo la influencia de una vaguada en niveles altos, lo que colocaría a Cuba en una posible zona de impacto.
Además, al no desarrollar la altura suficiente en su estructura, la tormenta no logró ser arrastrada por la vaguada que se extiende al norte de República Dominicana, un factor que está frenando su avance y condicionando su trayectoria.
Rubiera recalcó que aún es pronto para definir trayectorias, pero instó a mantener una observación continua: “No hay motivos para alarma, pero sí para estar atentos. En meteorología, las cosas pueden cambiar muy rápido”.
Provincias orientales en observación
Aunque no se ha emitido una alerta oficial, el especialista advirtió que las provincias orientales podrían comenzar a sentir los efectos indirectos de la tormenta en las próximas jornadas, con lluvias intensas, oleaje fuerte y erosión costera.
Las autoridades de la Defensa Civil y el Instituto de Meteorología mantienen una estrecha vigilancia sobre el fenómeno, mientras se recomienda a la población seguir únicamente la información proveniente de fuentes oficiales.
El doctor Rubiera advirtió que para el domingo podría registrarse un giro significativo en la evolución del sistema. En ese lapso, se prevé una reducción de la cizalladura vertical, condición que favorecería la alineación entre el centro de circulación y el conjunto nuboso.
En ese contexto, Melissa tendría el potencial de fortalecerse con rapidez. Las aguas del Caribe occidental mantienen una temperatura excepcionalmente alta, motivo por el cual Rubiera no descartó que el sistema alcance la categoría de huracán, e incluso pueda transformarse en uno de gran intensidad. “Literalmente va a explotar la intensidad cuando llegue a esa zona al sur de Cuba”, aclaró el experto.
La clave, explicó Rubiera, estará en una vaguada que se desplazará para ese momento desde el suroeste de Estados Unidos. A diferencia de la que domina actualmente, esta sí podría “atrapar” a Melissa y modificar de forma decisiva su trayectoria.
“Si lo captura, entonces el movimiento podría inclinarse hacia el norte o nordeste”, explicó y agregó que en esa trayectoria impactaría sin dudas contra el archipiélago cubano por lo que es un peligro potencial para la isla.
Un regreso que despierta confianza
La aparición televisiva de José Rubiera —recordado por su serenidad y claridad durante los huracanes más peligrosos que ha vivido Cuba— fue recibida con entusiasmo por la audiencia. En redes sociales, numerosos usuarios destacaron la confianza que transmite su presencia en momentos de incertidumbre climática.
El regreso del experto, quien se había mantenido alejado de las cámaras en los últimos años, coincide con una etapa de alta actividad ciclónica en el Atlántico y con temperaturas oceánicas récord que están potenciando la formación de sistemas tropicales más intensos.
Contexto regional
Melissa forma parte de una cadena de disturbios tropicales que han afectado el Caribe en las últimas semanas, provocando lluvias y marejadas en varios países. Los expertos advierten que, a medida que avance octubre, las condiciones seguirán siendo propicias para el desarrollo de ciclones en la región.
Rubiera concluyó su intervención con un mensaje de prudencia: “Estamos en plena temporada ciclónica. No hay que temer, pero sí prepararse y mantenerse informados. La vigilancia es nuestra mejor herramienta”.
De acuerdo con el Centro Nacional de Huracanes (NHC por sus siglas en inglés) a las 5:00 am del miércoles el centro de Melissa se localizaba cerca de los 15.0 grados de latitud norte y 74.9 grados de longitud oeste, aproximadamente a 390 kilómetros al sur-sureste de Kingston, Jamaica, y a unos 485 kilómetros al suroeste de Puerto Príncipe, Haití.
El sistema avanza lentamente con rumbo oeste-noroeste a una velocidad de 6 km/h, mientras conserva vientos máximos sostenidos de alrededor de 85 km/h.
Aunque el centro de Melissa no tiene a Cuba dentro de su trayectoria directa, el sistema podría provocar lluvias abundantes y un aumento significativo del oleaje en el oriente del país, de acuerdo con el más reciente informe del Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos.
Por ahora, la isla no se encuentra bajo ninguna advertencia oficial de tormenta tropical ni de huracán; sin embargo, el NHC advirtió que las provincias orientales —entre ellas Guantánamo, Santiago de Cuba y Granma— podrían sentir los efectos del mar agitado generado por Melissa a medida que avance durante los próximos días.