
El líder opositor José Daniel Ferrer, ex prisionero político y fundador de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), rompió el silencio desde Miami tras lo que describió como una nueva ola de calumnias en su contra. En un mensaje difundido en redes sociales, Ferrer afirmó que comprende ser difamado por “un agente de la tiranía”, pero no por quienes se autodenominan luchadores por la libertad de Cuba.
“Me calumnie y difame un agente de la tiranía”
Ferrer aseguró que los ataques del régimen son parte de una estrategia habitual de descrédito y desinformación. “Que me calumnie y difame un agente de la tiranía, lo entiendo, le pagan para que lo haga y vive bajo presión, miedo y chantaje. Pero que me calumnie y difame alguien que quiere, como yo y muchos, la libertad de Cuba y el fin de la tiranía, que viene a ser lo mismo, no puedo entenderlo”, expresó.
El activista recordó que lleva más de tres décadas vinculado a la lucha por la democracia en Cuba, una trayectoria marcada por múltiples encarcelamientos, golpizas, torturas y años de aislamiento. “Yo solo soy un humilde guajiro de Palmarito de Cauto, que ha pasado más de 12 años en prisión en medio de terribles condiciones (…). Creo que en vez de atacarme sin razón, más de lo que combaten a la tiranía, subrayó y exhortó a quienes le critican a hacer lo que él por más de tres décadas hizo dentro de la isla.
Ferrer sostuvo que las agresiones dirigidas contra él no lo perjudican de manera personal, sino que repercuten en todos los cubanos que anhelan una transformación en la isla. A su juicio, quienes intentan dañarlo terminan afectando a su propio pueblo. Reiteró que, sin importar el lugar en que se encuentre, continuará junto a otros compatriotas comprometidos encabezando la lucha por la libertad y el bienestar de Cuba.
Desde su arribo a Estados Unidos hace menos de un mes, Ferrer ha reiterado su compromiso con la resistencia pacífica frente al régimen cubano y ha impulsado la creación de una red de asistencia económica dirigida a las familias de los presos políticos, en coordinación con otros miembros del exilio. En una de sus más recientes acciones, anunció desde Miami el envío de recursos financieros y destacó que “los presos políticos requieren apoyo y acompañamiento no solo económico, sino también político y espiritual”.
En declaraciones previas, ha abogado por la resistencia no violenta y por operaciones encubiertas como la estrategia más efectiva para provocar el colapso del régimen comunista cubano. “Cuando se multiplican los actos organizados por toda Cuba se forma el clima y la opinión pública que tumba a la dictadura”, afirmó.
“Raúl Castro sigue mandando”
En su mensaje, Ferrer reiteró su convicción de que el verdadero poder en Cuba no reside en el dictador Miguel Díaz-Canel, sino en las estructuras militares, empresariales y represivas controladas por Raúl Castro y su entorno. “Díaz-Canel es el rostro del colapso del castrismo”, dijo, añadiendo que la crisis económica, la represión y el éxodo masivo son síntomas de un sistema en agonía.
Años de represión y resistencia
Ferrer fue uno de los 75 opositores encarcelados durante la ola represiva conocida como la “Primavera Negra” de 2003. Condenado a 25 años de prisión, fue excarcelado en 2011 tras un acuerdo entre el gobierno cubano, la Iglesia Católica y España, pero volvió a ser detenido en varias ocasiones por su liderazgo dentro de UNPACU. Su familia y seguidores denuncian que las condiciones carcelarias a las que fue sometido pusieron en riesgo su vida.
Tras salir del país, Ferrer se ha mantenido activo en la denuncia de los abusos del régimen y en el apoyo a los presos políticos, coordinando desde Miami campañas de asistencia humanitaria y visibilización internacional.
Críticas internas y llamado a la unidad
El opositor lamentó que existan voces dentro del exilio que, en lugar de respaldar la causa común, se dediquen a sembrar división y sostuvo que las descalificaciones entre opositores solo benefician al gobierno cubano, que —según él— utiliza campañas de infiltración y manipulación para quebrar la unidad del movimiento democrático. “Cada ataque injusto contra un disidente es una victoria para la tiranía”, advirtió.
Una voz incómoda pero persistente
Desde el exilio, Ferrer continúa abogando por la resistencia pacífica, la solidaridad con los presos políticos y la articulación de una estrategia opositora conjunta. Pese a los ataques recibidos, asegura que no se dejará intimidar ni por el régimen ni por sus detractores: “No lucho por protagonismo, lucho por la libertad de todos los cubanos”.
El líder de UNPACU concluyó su declaración reiterando que la causa de la libertad requiere coherencia, sacrificio y unidad, valores que —según afirmó— siempre han guiado su vida y su compromiso con el pueblo cubano.




