Augusto César San Martín
El Gobierno cubano ha vuelto a repetir la misma fórmula que en septiembre de 2017, tras el paso del huracán Irma, ahora una vez más venden la comida a los habaneros, pese a la crisis humanitaria desatada por un tornado que azotó la capital, dejando cuatro fallecidos y casi 200 heridos, aunado a cuantiosas pérdidas materiales, dio a conocer CubaNet.
En Regla, uno de los municipios más afectados por el tornado en La Habana, las autoridades del gobierno montaron un quiosco el día de ayer, para vender los alimentos a los damnificados.
Las víctimas del desastre que llevaban 24 horas sin electricidad compraban un cuarto de pollo con arroz a 1.65 moneda nacional la onza, de acuerdo reporteros de CubaNet, hubo una larga fila de pobladores durante media hora, y se agotó la comida.
Hasta que al rato volvieron a despachar alimentos, aunque no se sabe qué tanto duró la segunda ronda.
En el municipio de Regla, los vecinos y las autoridades realizaban labores de limpieza y recogida de escombros, también se procedía a reparar el tendido eléctrico. Esta localidad habanera fue una de las más afectadas por el paso de un tornado sin precedentes, junto a otros municipios como 10 de Octubre, barriadas como Luyanó, y otras.
El poderoso tornado ha causado una devastación no vista en décadas, viviendas destruidas parcial o totalmente, en un país, donde el déficit del fondo habitacional es creciente, arboles caídos de raíz, y autos sepultados bajo los escombros. Las imágenes son desoladoras y han creado conmoción en las redes sociales.
