Ladrillos ecológicos, “solución” del gobierno cubano para paliar el déficit de materiales

Un producto que promete ser económico, ecológico y de fácil instalación. Eso es lo que han dicho los especialistas de la holguinera Empresa de Servicios Nicarotec, responsable de la fabricación de los llamados ladrillos prensados, que tanto revuelo han despertado entre los cubanos.


Para nadie es un secreto que el fondo habitacional de Cuba está deprimido y promete volverse cada día peor, debido al saqueo constante de ciclones tropicales por un lado y por otro a la falta de control para detener el robo de materiales en las tiendas o “rastros” donde se comercializan los productos para la construcción.

El tema casi que aburre. Los medios de prensa, sobre todo la televisión, se inundan de reportajes donde los funcionarios aseguran la garantía de materiales de la construcción y las autoridades prometen controlar a los revendedores de materiales y desfalcos que ocurren como por arte de magia.

Entre todos esos dilemas debe ubicarse un cubano que sueñe con construir o remodelar su vivienda. Sin embargo, esta vez la promesa viene orientada a un tipo de ladrillo que según sus fabricantes no solo es resistente, sino que al parecer es posible tenerlo siempre “disponible”, algo que viene dado por la facilidad para encontrar los compuestos de su formulación.

Eso de la disponibilidad aún está por verse, pero ―según han explicado sus creadores― el ladrillo prensado se obtiene a partir del cemento P-350 y del relleno tecnificado, subproducto obtenido de lo que queda del molino de la cantera Pilón, donde se muelen diversas granulometrías de las gravillas y posteriormente se ejercen 100 toneladas de presión.

La empresa holguinera asegura que la disponibilidad de materia prima está garantizada, por eso promueven su producto que, de funcionar como se ha mencionado, podría ayudar y mucho a sustituir el consumo de bloques para la construcción de paredes.


Hasta el momento su comercialización es en Holguín y ya se ha formalizado contrato de 80 000 unidades para empresas como Servicios al Arte y Correos de Cuba en la provincia. El producto tendrá un valor de 0,68 centavos para las empresas y 0,90 para la población, aunque para tenerlo finalmente en la mano es necesario adquirirlos en la sede de la empresa Nicarotec en Mayarí.

¿Qué novedosa manera de “facilitarle” la adquisición de los ladrillos prensados a la gente?, ¿no creen? Sin embargo José Luis Calzadilla, especialista de Mercadotecnia de la Empresa de Servicios Nicarotec insiste que “es un interés de la dirección del Partido y del Gobierno en la provincia su comercialización, porque es una solución económica a los elementos de pared que hoy están en déficit en el territorio”.

Los ladrillos prensados se presentaron en la recién finalizada Feria Comercial Expo-Holguín 2018 y tienen 23,5 centímetros de largo y 11,5 de ancho. Nicarotec ha reiterado que pueden utilizarse en cualquier tipo de construcción, algo que ha avalado la Empresa Nacional de Investigaciones Aplicadas a través de ensayos físicos-mecánicos que prueban su resistencia.

La fabricación, ha dicho José Luis Calzadilla que, se realiza básicamente “mediante moldeo metálico independiente para cada elemento, por lo que posibilita obtener piezas con una regularidad dimensional, condición utilizada en la ejecución de paramentos con aparejos a hueso, de buen acabado”.

Estos ladrillos también han sido llamados “ecológicos”, porque su fabricación ayuda a reducir las acumulaciones de desechos que al no emplearse se convierten en sedimentos que afectan el entorno.

Por ahora, los ladrillos prensados se comercializan en Holguín, pero más adelante vendrán otros reportajes que avalen finalmente su calidad. A fin de cuentas en la práctica, la gente dirá la última palabra para comprobar si realmente merece la pena apostar por el nuevo material que se ideó en esa oriental provincia.


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