El gobierno de Cuba utilizaba cubanos sin que estos supieran para crear empresas ficticias en paraĆsos fiscales y asĆ evadir regulaciones y lavar dinero segĆŗn un reporte de CubaNet.
Carlota Caridad Burgaleta, Sarah Torres RodrĆguez y MarĆa Elena Fajardo CedeƱo son actualmente las directoras de cuatro sociedades conectadas con Caribbean Queen Shipping Ltd. y otra entidad fantasma creada por el gobierno cubano en Chipre y por la cual se han movido millones de dĆ³lares.
Las tres mujeres, prestaron sus identidades cuando eran oficinistas de la Empresa NavegaciĆ³n Mambisa, perteneciente al Ministerio de Comercio Exterior, y sin saberlo ahora son partes de un entramado de lavado de dinero.
āEra normal. En esa Ć©poca se firmaban muchos papeles a favor de la revoluciĆ³n, compromisos de trabajo, y nadie hacĆa preguntas. Nadie lo veĆa malā, asegura Maria Elena, quien dice no importarle lo sucedido, a pesar de que su nombre ha surgido a la luz despuĆ©s de las revelaciones de los PanamĆ” Papers.
En la misma situaciĆ³n de estas mujeres se encuentran cientos de cubanos cuyos nombres fueron utilizados para operaciones que, bajo la supervisiĆ³n directa de las principales figuras del poder polĆtico en la isla, se realizaron de modo muy secreto para esquivar las consecuencias del embargo econĆ³mico de los Estados Unidos, y para beneficio propio de los dirigentes.