Una vez más acude a las redes sociales una madre cubana con dos hijos pequeños, tras horas de apagón: “Acaben de irse, vendan el país, regálenlo”

Trilce Denis, madre cubana con dos hijos pequeños, ha vuelto a acudir a las redes sociales después de varias horas de apagón en su casa, desesperada sabiendo que al día siguiente tendría otra jornada sin electricidad anunciada.

 Cuando el inicio del curso escolar denunció las carencias de todo tipo que sufre ella y su familia donde abundaban los “No tenemos”.

Ahora la madre cubana utilizó su plataforma de Facebook, para pedir al gobierno que  acabaran de irse:

«Si esto se llama vida, pues que nos maten a todos ya», dijo desesperada tras 6 horas sin electricidad la noche anterior y este viernes tenían anunciado otro apagón anunciado para las 10 de la mañana hasta las 2 de la tarde:

«Acaben de irse, vendan el país, regálenlo, cómo coñ… cuatro barrigas llenas van a vivir con el sacrificio de millones de personas; cómo coñ… siguen jugando con la tranquilidad, la dignidad, los derechos, la seguridad y la unión de millones de familias. A ustedes nadie los quiere, no engañen más al mundo que ya están detectados, esto es un estado fallido»

Otra parte de su escrito dijo que no quiere oír más que el nuevo Código de las Familia es por el bienestar de los niños:

«Para ustedes la niñez termina a los siete años, cuando les quitan la leche y les dan un paquete de café. Déjense de descaro ya. Inmorales»

Haciendo alusión al pedido del presidente designado Miguel Díaz-Canel pidiéndole al pueblo “resistir, sobrevivir y avanzar” dijo Denis al finalizar su escrito:

«Cómo nos piden resistencia si ustedes no son capaces de resistir al pueblo cuando se te vota para la calle a reclamar sus derechos. No les avergüenza que Cuba entera se quiera ir de su país, donde está la moral de todos ustedes»

A principios de septiembre, cuando el inicio del curso escolar la madre cubana se preguntó si la propaganda oficialista se correspondía con la realidad:

«Realmente estarán felices de empezar la escuela sabiendo a lo que se enfrentan», agregando en esa ocasión un sinfín de ‘No tenemos’:

«No tenemos pan, tampoco tenemos merienda. No tenemos mochilas, tampoco tenemos tenis. No tenemos medias, tampoco útiles escolares. No tenemos uniforme, tampoco tenemos tiendas. No tenemos La Habana llena de madres, tampoco tenemos ilusiones»