Un habanero radicado en China, sueña en grande, y dice que creará la primera empresa privada en la Isla

Un cubano de 28 años que llegó a China hace siete años atrás, gracias a una beca en busca de oportunidades, resalta Efe, hoy es emprendedor y sueña en grande.


El habanero llamado Juan Pablo Fung quiere crear la primera empresa privada en Cuba, y que la misma se dedique a producir camisetas “inteligentes y libres”, pero para mayor sorpresa el cubano está a punto de convertir su sueño en realidad; el joven ha puesto el proyecto en práctica desde China, de igual modo espera completarlo, y producir desde la Isla para exportar al extranjero.

“Nosotros soñamos con poder producir estas camisetas en Cuba, crear empleos allí. Quisiéramos convertirnos en la primera empresa privada de Cuba”, comentó Fung a Efe desde Shanghái.

Hace tres años ideó el proyecto, y en un par de semanas arrancará el plan, sus camisetas Dirstuff van a ser distribuidas en el mundo entero, pero falta un pedazo de sueño, “producir en la Isla”.

El joven dice es “mi sueño, y yo quiero soñar”, no la segunda, ni la tercera, insiste en que serán la primera empresa privada en la Mayor de las Antillas, con un gran impacto.

El cubano dice que su mensaje no es político, añade que la idea nace de una pasión por Cuba, y confía en que las cosas dentro del país cambien.


“Sabemos que Cuba está cambiando, sabemos que hay una apertura que empezó hace unos años y que el resultado va a ser la legalización de las empresas privadas”, acota.

Medios de comunicación han intentado contactar con Fung durante los últimos días, y dice que quizás si no fuese cubano su proyecto no hubiese acaparado tanto la atención, pero afirma que lo último que desea es que su producto se politice.

“No quiero que politicen mi producto, no quiero que lo usen para el mismo negocio que ha existido durante muchos años con este tema de Cuba. Hay mucha gente que ha ganado mucho dinero (…) usando como argumento y justificación los problemas de la política y no quiero que suceda eso con mi producto”, explicó.

Fung confía en que su producto tendrá éxito porque es una buena idea y atractiva, y pretende el mismo sirva “como unidad entre todos los cubanos que están por el mundo”.

Las camisetas inteligentes son una especie de pizarra de tela sobre la que se puede colocar letras con mensajes que uno puede cambiar todas las veces que desee, dependiendo del mensaje que quiera transmitir.

Su bisabuelo originario de Enping, en Cantón partió hacia Cuba en barco, hace un siglo, y se enamoró de la Isla, abrió un negocio, aprendió español y educó a sus hijos como cubanos, de ahí su apellido Fung, por sus orígenes.

Juan Pablo empezó a aprender mandarín en la universidad, y se ganó una beca para estudiar en China, donde concluyó sus estudios de Administración de Recursos Turísticos, luego de graduarse se quedó trabajando en el gigante asiático.

(Con información de Diario Las Américas)


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