Trump podría ser víctima del cambio climático a pesar de negarlo

No muy lejos del complejo de Donald Trump en Mar-a-Lago, varios expertos advirtieron este lunes del peligro que el aumento de los niveles del mar representa para la costa de la Florida, en Estados Unidos.


Se trataba de una audiencia de una comisión del Senado que desafiaba la posición del presidente del país y de muchos republicanos en el Congreso, en el sentido de que el cambio climático no es real.

El sitio donde se realizó la audiencia –a unos 6,5 km del lugar al que Trump se escapa para pasar los fines de semana, en Palm Beach– claramente estaba destinado para enviar un mensaje: buena parte de la costa de la Florida podría algún día quedar sumergida bajo el agua, y eso incluye una de las propiedades más preciadas del presidente.

“Hoy estamos en la ‘zona cero’ de los impactos del cambio climático en Estados Unidos”, aseguró el senador demócrata por la Florida Bill Nelson. “Y aunque todavía hay quienes siguen negando que el cambio climático sea real, el sur de la Florida es la prueba de que es real y es un problema que tendremos que enfrentar durante las próximas décadas”.

Información de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés) muestra que el Mar-a-Lago Club y los demás condominios de Trump en Hollywood, Florida, quedarían parcialmente sumergidos si el nivel del mar aumenta tres pies (casi 1 metro), para el final de este siglo. De hecho, la ciudad de Hollywood ya sufre de inundaciones por mareas.

“La posibilidad de grandes inundaciones que invaden ciudades costeras de manera regular se está volviendo cada vez más probable”, dijo William Sweet, oceanógrafo de la NOAA y líder del reporte de esa agencia. “La diferencia entre nuestra infraestructura y el nivel global del mar se está reduciendo”.


Un estudio reciente publicado en la revista científica Nature concluyó que con la aceleración del derretimiento del hielo en la Antártica, los niveles del mar podrían aumentar hasta 6 pies (casi 2 metros) para el año 2100. En ese momento, el campo de golf en Doral, Florida, y muchas propiedades de Sunny Isles Beach también quedarían bajo el agua.

El hecho de que las mismas propiedades de Trump sean vulnerables al impacto del cambio climático es paradójico, dado que la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés) ha recibido la orden de anular el plan del expresidente Barack Obama para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero producidas por centrales eléctricas de carbón.

En un tuit del 2012, Trump aseguraba que “el calentamiento global fue creado por y para los chinos, con el objetivo de quitarle competitividad a la manufactura estadounidense”.

Trump ha propuesto reducir en un tercio el presupuesto de la EPA y eliminar por completo varios de los programas sobre cambio climático.

Para muchas comunidades costeras, los problemas ya comenzaron. Las inundaciones y los fuertes vientos son más frecuentes, dice Sweet. El huracán Sandy rompió los muros que dividen al mar de muchas casas cerca de Mar-a-Lago, en el 2012, y el condado de Palm Beach tuvo que restaurar más de 20 hectáreas de costa que estaban erosionadas.

Miami, por su parte, está invirtiendo millones de dólares para subir la altura de sus propiedades, sus calles y sistemas de agua, para protegerse de las inundaciones.

Otras ciudades que están en riesgo de inundaciones extremas como Norfolk, en Virginia, y Charleston, en Carolina del Sur, también están tratando de enfrentar el problema.

(Con información de CNN)


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