Testimonio de una joven cubana sobreviviente del naufragio de Cárdenas: “Tuve que dejar ir a mi hermana”

Yaylin Mesa Vázquez, es la joven cubana que sobrevivió al naufragio de Cárdenas, en Matanzas, que a través de un video dio testimonio sobre la tragedia ocurrida cuando salieron el lunes 23 de enero desde “La Sierrita”, en Cárdenas, hasta que naufragaron, dispersándose todos los ocupantes en el mar a su suerte.

Consternada cuenta: “Tuve que dejar ir a mi hermana”, ella y su hermana mayor lucharon contra la corriente tratando de llegar a un cayo que habían dejado atrás y a pesar que llevaban un chaleco salvavidas, su hermana estaba débil pues había tomado Gravinol para los mareos y cefaleas.


En su testimonio grabado trató de no ser tan explícita por el temor de que sus sobrinos (hijos de su hermana) vieran el video, no obstante relata que su hermana no respiraba, había fallecido ahogada por el agua que le golpeaba y no pudo asimilar.

El objetivo de contar lo ocurrido es para que los familiares y amigos de las víctimas desaparecidas supieran detalles del lamentable incidente y también para pedir la liberación de los sobrevivientes hombres que continúan bajo custodia de las autoridades cubanas.

Posted by Yaylin Mesa Vazquez on Friday, February 3, 2023

“A los hombres los llevaron presos al ‘Técnico’ en Matanzas. Con quemaduras, heridas y traumados. Todavía hoy, martes 31 de enero, siguen presos”, dijo Mesa Vázquez que hizo público el video el viernes 3 de febrero.

Todos los rescatados fueron sancionados por el régimen cubano con multas de entre tres mil y cinco mil pesos.  A las mujeres (cuatro contándole a ella) fueron puestas en libertad después de recibir los primeros auxilios y ser interrogadas por varias horas en una dependencia de la policía en Santa Marta.

Ella dijo la rescato un barco de pescadores  “no de guardafronteras, como dijeron en las noticias”. Se había pasado la noche en el mar, arrastrada por la corriente, dando gritos sola en la oscuridad, entre desmayos y delirios, y la angustia tremenda por la suerte de su hermana, la suya propia, y por imaginar el dolor de su familia.


Ni las autoridades ni los medios oficialistas han dado seguimiento a este trágico incidente que se cobró la vida de jóvenes cubanos, de los cuales no ha trascendido su identidad. “Mi hermana sigue desaparecida”, insistió la joven, que ruega se mantengan las labores de rastreo y rescate de los desaparecidos.

 Explica que físicamente se encuentra bien pero no emocionalmente, aprovechó durante la grabación para agradecer a los pescadores que la rescataron, al personal sanitario del policlínico de Varadero, e incluso de los policías que les dieron “buen trato, comida y colchas”.

Agregó que no entiende por qué si uno de los sobrevivientes pudo contactar esa noche con una embarcación de pesca, el auxilio de guardafronteras no llegó hasta la mañana siguiente. Menos aún, que hayan sido interrogados por la Seguridad del Estado, ni que los hombres permanezcan detenidos todavía en sus dependencias.


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