Un nuevo video difundido por las autoridades muestra el dramático momento en que la doctora Neha Gupta, una pediatra de 36 años residente en Oklahoma, fue arrestada por agentes policiales y federales, tras ser acusada del asesinato de su hija de cuatro años durante unas vacaciones en Miami-Dade. Las impactantes imágenes del operativo han generado una fuerte reacción pública y renovado el interés en un caso que mezcla tragedia familiar, sospechas criminales y una tensa batalla legal por la custodia de la menor.
La detención se produjo el 1 de julio, apenas unos días después de la muerte de la niña, ocurrida el 27 de junio en una vivienda alquilada en el poblado de El Portal. En el video difundido por la policía, se puede observar a oficiales fuertemente armados irrumpiendo en la vivienda de Gupta, tras tocar la puerta y gritar órdenes como “¡Policía! ¡Abra la puerta ahora!”. La mujer aparece después en el suelo, esposada, sin oponer resistencia y visiblemente conmocionada. Según los reportes oficiales, la captura fue realizada con base en una orden judicial emitida en Florida, luego de conocerse los resultados preliminares de la autopsia.
Gupta había reportado que su hija se había ahogado accidentalmente en la piscina de la casa donde ambas se hospedaban. Sin embargo, el informe del médico forense contradijo esta versión. El cuerpo de la menor no presentaba rastros de agua en los pulmones ni en el estómago, lo cual descarta un ahogamiento típico. Por el contrario, los examinadores forenses detectaron lesiones compatibles con asfixia, incluyendo cortes en la boca y hematomas en ambas mejillas. El hallazgo llevó a los investigadores a sospechar que la niña fue asfixiada antes de ser colocada en la piscina para simular un accidente.
Los fiscales del condado Miami-Dade presentaron cargos por asesinato en primer grado contra la doctora Gupta, quien fue trasladada bajo custodia a la cárcel de Turner Guilford Knight en Florida, donde permanece detenida sin derecho a fianza. En audiencia preliminar, se conocieron más detalles del historial familiar: documentos judiciales muestran que Gupta y el padre de la niña mantenían un proceso legal por la custodia, en el cual él había expresado preocupaciones sobre la estabilidad emocional de la madre. El hombre también denunció que Gupta se llevó a la menor fuera del estado sin su conocimiento ni autorización judicial, lo que podría constituir una violación a las condiciones de la custodia compartida.
Los abogados defensores de Gupta han rechazado las acusaciones y aseguran que se está juzgando de forma apresurada a una madre que atraviesa una devastadora pérdida. “La doctora Gupta ha dedicado su vida a cuidar niños, y ahora se ve envuelta en una pesadilla”, expresó uno de sus representantes legales. “Creemos firmemente que las pruebas demostrarán que se trató de un trágico accidente, no de un crimen”, añadió.
El caso ha despertado una amplia cobertura mediática no solo por la gravedad de la acusación, sino también por el perfil profesional de la sospechosa, quien hasta hace poco ejercía como pediatra en una clínica privada de Oklahoma. Algunos de sus pacientes y colegas han expresado sorpresa e incredulidad ante las acusaciones, mientras otros piden cautela y esperan que se respeten las garantías del debido proceso.
Mientras tanto, las autoridades del condado continúan recopilando pruebas, incluyendo registros telefónicos, grabaciones de cámaras de seguridad en la propiedad de El Portal, y testimonios del entorno familiar. El fiscal estatal aseguró que el caso será tratado “con la seriedad que merece”, y que se buscará justicia para la menor fallecida.
En tanto se desarrolla el proceso judicial, el caso de Neha Gupta se suma a una preocupante tendencia nacional sobre violencia doméstica y crímenes filicidas, aunque sus circunstancias siguen siendo objeto de intenso escrutinio. La comunidad de Miami-Dade, aún consternada, sigue de cerca cada paso del juicio que podría culminar en una condena de cadena perpetua si se confirma el cargo más grave.
Gupta enfrenta uno de los cargos más graves en el sistema penal de Florida: asesinato en primer grado. Según las leyes del estado, este delito se considera capital, lo que significa que las penas posibles son extremadamente severas.
En caso de ser declarada culpable, Gupta podría ser sentenciada a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional, lo que implicaría pasar el resto de su vida en prisión. Además, la Fiscalía tiene la opción de solicitar la pena de muerte, especialmente cuando existen factores agravantes como la edad de la víctima o el uso de métodos especialmente crueles, como la asfixia, que se presume en este caso.
La decisión de buscar la pena capital debe ser notificada por la Fiscalía dentro de los 45 días posteriores a la presentación formal de los cargos. Si no se persigue esta vía, la condena automática es la prisión perpetua. Este caso se perfila como uno de los más complejos y mediáticos del año en el estado, no solo por la gravedad de los hechos, sino también por las posibles consecuencias legales para la acusada.