Periodista de CNN en La Habana, boquiabierto ante la primera tienda estilo «Costco» en Cuba, pero solo para los privilegiados con muchos dólares

El periodista Patrick Oppmann, corresponsal de CNN en La Habana, ha descubierto un supermercado en el que se comercializan todo tipo de productos básicos que se producen en EEUU, y que escasean en cualquier otra tienda de la Isla comunista, bajo el manoseado argumento del régimen, de que el «bloqueo» norteamericano no permite el comercio con empresas estadounidenses ni con otras compañías en terceros países, que tienen vínculos con entidades bancarias asentadas en Norteamérica.

«Después de años de tener que buscar los productos más básicos, resulta un poco surrealista ver cómo algún empresario privado ha montado lo que es básicamente el primer Costco de Cuba», escribió el reportero en X.


«Cualquiera que pueda permitirse los altísimos precios puede comprar aquí, se aceptan pagos en CUP, USD y euros», añadió Oppmann.

El corresponsal de CNN, incluso aseguró en un comentario al pie de su publicación, que los empleados usan camisetas «Kirkland», la marca insignia de Costco.

Oppmann también dijo que tarjetas de créditos, incluidas algunas norteamericanas son aceptadas como método de pago en este «surrealista» supermercado habanero.

Un usuario identificado como Raymond Aleman, le aclaró al reportero, que el propietario de esta super tienda, no puede ser un privado, ya que es imposible para un cubano de a pie triunfar como empresario bajo el controlador régimen de La Mayor de las Antillas.


«No es una persona privada, un negocio privado nunca puede operar sin que el gobierno esté altamente involucrado, es el mismo régimen cubano vendiendo los artículos que ellos dicen no tener a causa del embargo», indicó.

«Algunos hombres de negocios privados. A lo mejor si averigua quién es entenderá que no es cuestión de «surrealismo» sino de comunismo y privilegios», comentó por su parte el periodista e investigador José Raúl Gallego.

«Demasiado malo, las personas comunes en Cuba no pueden permitirse comprar allí. Un doctor apenas hace 30 dólares por mes, un jubilado apenas siete dólares mensuales», lamentó otra ciberusuaria.

«Este es uno de los chistes más macabros de la dictadura castrista», lamentó Ariel Maceo Tellez.

Mientras, muchos se preguntaron dónde están los efectos del embargo en los que se escuda la dictadura cubana, para justificar el desabasto y la hambruna que experimenta la población desde hace décadas.


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