Estados Unidos, una de las principales potencias mundiales, ha caído al décimo lugar en el prestigioso índice de pasaportes de Henley & Partners publicado en julio de 2025, marcando su peor posición en casi 20 años. El pasaporte estadounidense otorga actualmente acceso sin visa o con visa a la llegada a 182 destinos, muy por debajo de países con menor peso geopolítico, pero con estrategias diplomáticas más abiertas.
Este descenso no solo representa un símbolo de pérdida de influencia global, sino que refleja el impacto de políticas migratorias más restrictivas, tensiones diplomáticas acumuladas y recientes medidas como el polémico “visa integrity fee” de 250 dólares, que ha sido interpretado por muchos gobiernos como una barrera económica innecesaria para visitantes extranjeros.
Una caída sostenida
El pasaporte estadounidense ocupaba regularmente los primeros lugares del ranking durante la década de 2000 y principios de la de 2010. Sin embargo, desde entonces ha experimentado un declive gradual. Expertos atribuyen esta tendencia a una combinación de factores:
- Políticas migratorias restrictivas y controles fronterizos más severos.
- Reacciones diplomáticas adversas de países que han limitado el acceso recíproco a ciudadanos estadounidenses.
- Falta de nuevos acuerdos bilaterales para exenciones de visa en comparación con otras naciones.
“El hecho de que países como Emiratos Árabes Unidos, Estonia o Lituania tengan mayor libertad de movimiento internacional que los ciudadanos estadounidenses debería ser una señal de alerta para la política exterior de EE.UU.”, declaró un analista de Henley & Partners.
Estados Unidos frente al mundo
En contraste con EE.UU., países como Singapur (193 destinos), Japón y Corea del Sur (190), y numerosas naciones europeas como Alemania, Francia, Italia y España (189) lideran el índice. Incluso Canadá, con acceso a 185 destinos, supera al pasaporte estadounidense.
Singapur, por supuesto, no concede pasaportes a ciudadanos extranjeros con facilidad. Obtener la ciudadanía requiere haber residido como permanente durante al menos dos años, demostrar aportes económicos al país y cumplir con otros requisitos, incluido el servicio militar obligatorio para los hombres.
Corea del Sur se ha posicionado junto a Japón en el segundo lugar del ranking global de pasaportes más poderosos, con acceso sin visa a 190 destinos. Este avance refuerza el dominio asiático en la competitiva carrera por la movilidad internacional.
En el tercer escalón del listado figuran seis países de la Unión Europea: Dinamarca, Francia, Alemania, Irlanda, Italia y España, acompañados por Finlandia. Todos ellos disfrutan de libre acceso a 189 países, sin necesidad de visa previa.
La cuarta posición continúa en manos europeas, con siete naciones compartiendo el puesto: Austria, Bélgica, Luxemburgo, Países Bajos, Noruega, Portugal y Suecia, cuyos ciudadanos pueden ingresar a 188 destinos sin requerir visado. En el quinto lugar aparecen Grecia, Suiza y Nueva Zelanda, con pasaportes que permiten el ingreso sin visa a 187 países, consolidando así su posición en la élite de la movilidad global.
El Reino Unido desciende al sexto puesto en la clasificación, con su pasaporte otorgando acceso sin visa a 186 destinos. En la séptima posición se ubican, en empate, Australia, República Checa, Hungría, Malta y Polonia, cuyos ciudadanos disfrutan de entrada sin visado a múltiples países. El octavo lugar lo comparten Canadá, Estonia y los Emiratos Árabes Unidos, reafirmando su posición entre los documentos de viaje más sólidos a nivel global.
Detrás de este influyente ranking de Henley & Partners existe una metodología precisa, respaldada por fuentes oficiales y una revisión continua. El análisis se basa principalmente en los datos proporcionados por la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), a través de su sistema Timatic, considerado la fuente más confiable de información sobre requisitos de entrada a nivel global. A partir de esta base, Henley & Partners compara 199 pasaportes con 227 destinos en todo el mundo, otorgando un punto por cada lugar al que se puede viajar sin visa, con visa electrónica o con visa a la llegada. En cambio, cuando se requiere una visa tradicional previa, no se suma ningún punto.
Además del uso de los datos de IATA, la firma realiza una verificación mensual mediante investigación independiente y fuentes adicionales, para asegurar que los cambios recientes en políticas migratorias se reflejen con precisión en el índice. Esta actualización constante garantiza la validez y relevancia de cada publicación.
El ranking considera únicamente pasaportes ordinarios y entradas por turismo o negocios, sin incluir situaciones especiales como visados diplomáticos, invitaciones oficiales o excepciones por motivos humanitarios. El resultado es una clasificación objetiva que refleja el grado de libertad y movilidad internacional que ofrece cada pasaporte.
Con esta metodología, Henley & Partners ofrece una herramienta que va más allá de una simple lista: se convierte en un barómetro global de las relaciones internacionales, los acuerdos de libre tránsito y las políticas migratorias vigentes.
Los pasaportes más poderosos para 2025 son los siguientes
- Singapur (193 destinos)
- Japón, Corea del Sur (190)
- Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Irlanda, Italia, España (189)
- Austria, Bélgica, Luxemburgo, Países Bajos, Noruega, Portugal, Suecia (188)
- Grecia, Nueva Zelanda, Suiza (187)
- Reino Unido (186)
- Australia, República Checa, Hungría, Malta, Polonia (185)
- Canadá, Estonia, Emiratos Árabes Unidos (184)
- Croacia, Letonia, Eslovaquia, Eslovenia (183)
- Islandia, Lituania, Estados Unidos (182)
¿Un reflejo de menor “poder blando”?
El concepto de «poder blando», es decir, la capacidad de una nación para influir a través de la diplomacia, la cultura y la cooperación, parece estar erosionándose en el caso estadounidense. A diferencia de décadas anteriores, donde el pasaporte de EE.UU. era sinónimo de acceso global, hoy enfrenta restricciones crecientes en varias regiones del mundo.
Además, el costo y complejidad de obtener una visa estadounidense —proceso que muchos consideran largo, costoso y poco transparente— ha motivado respuestas diplomáticas equivalentes por parte de otros países, deteriorando aún más su posición.
Una tendencia que podría continuar
Mientras Estados Unidos pierde terreno, otros países están expandiendo su red de acuerdos bilaterales. Emiratos Árabes Unidos, por ejemplo, ha ascendido del puesto 42 al 8 en apenas una década, gracias a una política activa de exención de visas y relaciones estratégicas con decenas de naciones.
Aunque EE.UU. sigue estando entre los países con mayor número de destinos accesibles, su descenso sostenido podría continuar si no reevalúa su estrategia internacional en materia de visas, reciprocidad diplomática y cooperación consular.
Más que un documento: un termómetro global
El pasaporte, más allá de ser un documento de identidad internacional, es también una representación del prestigio, la confianza y la apertura de un país al mundo. Que Estados Unidos, históricamente una referencia de libertad de movimiento haya sido superado por más de 15 países, es un indicio de cómo el liderazgo global puede cambiar en función de decisiones internas.
El reto para Washington será ahora recuperar terreno perdido, no solo en los rankings, sino en la percepción global de su apertura, su diplomacia y su compromiso con una movilidad internacional más equitativa.