El jardinero dominicano continuó su tórrido paso ofensivo y con un doble entre center y left en el último turno impulsó el lunes en la noche la carrera decisiva para que los peces dejaran al campo 8-7 a los Nacionales, después de haber estado seis anotaciones debajo en la pizarra.
«Digan lo que digan, borrar una desventaja de seis y sumar una victoria dice mucho del carácter de este equipo», comentó Ozuna, quien llegó a 50 impulsadas y batea para .327. «Con las bases llenas, sabía que me iban a tirar rectas, y aproveché la mía para hacerle un swing corto y duro. Aquí cada cual hace lo suyo».
Refiriendose tal vez al cuadrangular número 18 de Justin Bour en la temporada y el tercero de su carrera con las bases llenas. O puede ser el también el 18, de Giancarlo Stanton en la séptima para empatar a siete rayitas un choque que en el quinto los visitantes habían vuelto a poner de su parte.
«Sin duda, estamos viviendo días muy buenos desde el punto ofensivo», apuntó Bour, «Se siente una energía positiva en el club. Ciertamente, hay cosas que deben mejorar, pero nada en el apartado del esfuerzo».
Justin Nicolino, recién reintegrado tras superar una lesión en un dedo, se presentó muy inocente en sus envíos y los Nacionales no tardaron tiempo en castigarlo, primero con un jonrón de dos carreras de Bryce Harper en el primero y luego con otro bambinazo de Anthony Rendón en el segundo.
Si pensabamos que el trabajo de los peces ha sido irregular, el de los capitalinos no ha sido del todo perfecto, aunque en la novena un error de Daniel Murphy complicó demasiado al relevista Emmy Romero, quien llenó las almohadillas antes de que Ozuna viniera a consumir turno.
«Siempre digo que Ozuna ha sido nuestro bateador más consistente, pero esta victoria tiene muchos nombres en la frente», apuntó el mánager Don Mattingly. «Estamos viendo lo que este equipo puede ser capaz de hacer en el ataque. Con una ofensiva así, nada está perdido».
