El científico y activista Oscar Casanella, quien fue arrestado el domingo, obtuvo una confesión del agente de la policía política que lo detuvo, identificado como «Angelito», informa Martí Noticias.
El oficial le dijo a Casanella «que si veía que la mayoría del pueblo, pues se tiraba a protestar, pues él abandonaba, tiraba en cané y se cambiaba y se unía al pueblo y se cambiaba de bando».
El uniformado aseguró que si hay una revuelta popular, no cumplirá la orden de usar las armas contra la población, como establece el artículo 4 de la Constitución vigente en Cuba.
Ciertamente Cuba parece estar abocada a un estallido social en cualquier momento, la cuerda se ha tensado demasiado y el malestar dentro de la población va en incremento por día a medida que los cubanos viven la angustiosa situación de desabastecimiento, y el régimen arrecia la represión.
Una prueba de que el pueblo ha perdido el miedo frente a la maquinaria represiva de la dictadura, fue el pasado domingo cuando el barrio de San Isidro se le unió a los raperos Maykel Osorbo y El Funky mientras cantaban Patria y Vida, y coreaban «Díaz-Canel singao», en la cara de las fuerzas represivas.