Desde la noche del pasado 16 de febrero se encuentran desaparecidos al menos 8 balseros cubanos que partieron desde algún punto de la costa sur de la provincia Mayabeque rumbo a México, informa CubaNet.
Familiares de los migrantes indicaron que el grupo buscaba unirse a la caravana de isleños que persiguen pedir asilo político en la frontera de México con EEUU.
Aunque las autoridades de la provincia están al tanto de la salida ilegal, hasta ahora se desconoce el paradero de los jóvenes cubanos que se subieron a una embarcación artesanal con la esperanza de emigrar al norte.
Ninguno de los balsersos cubanos sobrepasaba los 26 años, cinco de ellos residen en los municipios San José de las Lajas, Batabanó y Quivicán.
Los cubanos desaparecidos han sido identificados como Yordan Rodríguez Almaguer, de 21 años; Jorge Enríquez Díaz, de 22 años; Joan Chacón Téllez, de 22 años; Yoelvis Áreas Matos, de 24 años y Bárbaro Carrillo Pagán, de 26 años.
El tío de uno de los jóvenes, Julio Rodríguez Cuesta menciona que su sobrino mantuvo en secreto el lugar de salida de la embarcación, así como la identidad de quienes la abordarían para evitar los delataran, sin embargo le comentó a su familiar en la lancha rústica arriesgarían sus vidas unas doce personas.
«Lo más que dijo es que también iban otros siete que eran como si fueran hermanos suyos, para apoyarse. Esa noche pasó por la casa a las 9 para despedirse, y nos aseguró que el bote estaba a ‘toda mecha’ (buenas condiciones), que en dos o tres días nos llamaría para darnos noticias desde México, pero todavía no se ha reportado», contó.
El grupo de balseros navegaba con una buena suma de dinero para afrontar el recorrido hacia la frontera, reveló Amanda Enríquez Díaz, hermana de Jorge Enríquez Díaz, ella teme los jóvenes hayan sido víctimas de un naufragio o de un asalto.
«Jorgito vendió su moto eléctrica y nosotros le dimos otro dinero, llevaba 3500 dólares. Los demás también debían llevar un dinero similar, porque él nos había dicho que cada cual se haría cargo de sus gastos», confiesa la hermana de uno de los desaparecidos.
La abuela de Joan Chacón Téllez, Clara Ramos Téllez, explica que de confirmarse su mayor temor, su joven nieto sería el segundo miembro de la familia que pierde la vida en el mar, huyendo de la Isla. En 1998, uno de sus hijos murió en el Estrecho de la Florida.
Clara dijo aconsejaron a Joan, y le recordaron lo que sucedió con su tío, pero detalla que «la juventud de hoy prefiere arriesgar la vida en el mar antes que tener que vivir en la miseria que existe» en el país comunista.
