“Gone in 60 Days”, nombre del operativo que se extendió por 5 años y que desmantelaron una banda que se dedicaba al robo y venta de autos de alta gama en Florida.
Fueron arrestados por las autoridades de Florida 23 sospechosos, entre ellos tres del área de Miami, gracias a un operativo que investigaba sobre el crimen organizado, dando lugar al desmantelamiento de una red organizada que se dedicaba a la venta de vehículos de alta gama robados o que adquirían por fraude.
Los resultados de la Operación “Gone in 60 Days” fueron dados a conocer el lunes por el Departamento de Aplicación de la Ley de Florida (FDLE) y otras agencias estatales. En dicho operativo que duró cinco años se investigó sobre una banda organizada que se dedicaba al robo y venta de autos de lujo de marcas como Porsche, Land Rover y Maserati.
Durante una conferencia de prensa en Tampa, FDLE señaló que uno de los sospechosos trabajaba en un concesionario en Miami, sin dar más detalles al respecto.
Los tres arrestados de Miami se nombran Mariangel Lizardo-Peraza, de 29 años y residente en Miami Gardens, Jorge Manuel González-Aris, de 33, y Roberto Marrero-Cisneros, de 66, ambos de Miami.
El resto de los detenidos (20) residen en Tampa, principalmente.
Lizardo-Peraza y Marrero-Cisneros enfrentan cargos de crimen organizado, mientras que González-Aris fue acusado de robo mayor de un vehículo motorizado, posesión de título de certificado con la intención de defraudar y conducir mientras estaba suspendido.
Aún falta por detener a dos sospechosos que se encuentran prófugos con órdenes de arresto activas, más otros dos según declaraciones juradas de arresto adicionales ante el tribunal presentadas por los agentes, por lo que se trata de 27 sospechosos.
En el 2018 dio inicio la investigación tras denuncias de licencias de conducir comerciales de Florida emitidas ilegalmente.
“Los investigadores descubrieron una organización criminal que emitía Números de Identificación de Vehículos (VIN) fraudulentos a autos de alta gama que se obtuvieron mediante fraude o robo, vendiendo los vehículos por debajo del valor de mercado, asignando etiquetas de manera fraudulenta, estafando a clientes mediante la supuesta emisión de seguros de automóviles y otros delitos”, dijo FDLE.
“Los sospechosos adquirían ilegalmente los vehículos utilizando mensajeros, nombres falsos y pagos fraudulentos para ‘comprarlos’ a concesionarios que no descubrían el fraude hasta después de que los vehículos habían desaparecido del lote”
“Otra trama de adquisición de vehículos”, los acusados se quedaban con autos de alquiler y presentaban denuncias policiales falsas alegando que estos habían sido robados.
Ashley Moody, fiscal general de Florida, dijo en rueda de prensa: «El robo organizado no tiene cabida en Florida, y agradezco los esfuerzos de colaboración de nuestros socios policiales y de mis fiscales estatales para desarticular esta red masiva de robo de automóviles. Estos delincuentes pensaban que podían eludir la ley, y ahora responderán por sus delitos».
A las víctimas se les devolvió $1.1 millones, dijeron los investigadores.
